San Blass Nayarit 1988
La mirada de aquella mujer vio la
cupula de la iglesia, aquella nefasta mujer observaba atenta a la
pobre mujer moribunda;
-señora, perdoneme el atrevimiento,
pero usted es la unica que queda sana en este puerto de pudredumbre,
muchos no tardan en morir, por favor tome a mi hija y llevesela
lejos-
la mirada de desprecio fue la rspuesta
de esa mujer que caminaba en la soledad de la iglseia de la virgen de
Fatima;
-¿que te hace pensar que conmigo
estara bien?-
la mujer agacho la mirada;
-lo se por su mirada triste, con la que
observa a las personas de la calle, a los niños de los parques,
usted es buena-
la mujer recibio a la bebe en brasos;
-por favor, cuide de ella...-
dijo la mujer antes de salir de la
iglesia, mientras tosia terriblemente, para morir horas mas tarde de
lo que se conoceria como la peor catastrofe sanitaria en ese
insalubre puerto.
Alexandra mira con cuidado la
fotografia de su hija y piensa que desde que esa niña fue entregada
a su cuidado su vida habia cambiado, ella conducia su camioneta como
todos los demas mortales, pero sus cualidades se estaban
desperdiciando y poco a poco se volvia cada ves mas vieja, eso se
debia a que se negaba a tomar sangre le habia dicho el doctor Wolf,
pero ella se mantenia firme en esa decision por ella, por Cristina,
en epocas antiguas ella bebia sangre por litros y litros, en orgias
sexuales donde sus acompañantes varones morian, pero vaya que morian
felices despues de gozar cada centimetro de ella, Alexandra casi se
ruboriso con tan solo recordar, una camioneta se impacta contra la
camioneta de Alexandra se impacta contra el vidrio y el volante, un
grupo de hombres baja de unos vehiculos que rodean al carro de
inmediato ella reconoce el olor a sangre;
-no sabes con quien se estan metiendo-
uno de los hombres rio y Alexandra
perdio el conocimiento.
Juan desperto, ya caia la noche y algo
le perturbaba;
-¿que te pasa?-
pregunto Nadia;
-no lo se, presiento algo-
dijo Juan mientras veia los libros que
rodeaban a Nadia, cuentos de terror, historietas japonesas y
americanos;
-no se que es mas preocupante, verte
leer eso o sentir eso-
Nadia recogio todo y se marcho a otro
cuarto donde Lucia cuidaba a su hija;
-metete en tus asuntos estupido-
Juan sonrio, pero no dejo de sentir ese
mal presagio.
El Dr. Wolf camina junto con Luciuos;
-su hija no tardara en venir,
deberiamos...-
el Dr. Wolf nego con la cabeza;
debemos ser pacientes hasta que
regresen todos, Luciuos asintio y se sento, por la puerta uno a uno
entraron los escuadrones de busqueda;
-nada-
todos se vieron unos a otros;
-ya es tarde-
dijo el Dr. Wolf, Cristina llego en su
carro particular, los demas vieron con sombria actitud la puerta,
Cristina entro llorando a la casa de la familia hernandez,ella
sostiene una bolsa, dentro de esta, un dedo humano, un dedo de
Alexandra;
-¿¡secuestraron a mi madre y los
culpan a ustedes, de que diablos va todo eso de la cofradia!?-
el Dr. Wolf mira a Luciuos y este le
reponde la mirada;
-¿¡contesten de una puta ves!?-
Luciuos suspira hondo;
-sientate hija, te lo explicare todo a
su debido tiempo-
no muy lejos la luna llena se alsaba
por el firmamento.
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