02
La
horripilante sucesión de hechos que siguieron después de haber
recibido la noticia de la muerte de Leticia no me dejaba tranquilo,
además que los datos que iba descubriendo sobre mi abuelo, Thomas
Roderick me dejaban cada vez más extrañado, mi abuelo según mi
madre y algunos tíos, estuvo muy metido en brujería, esoterismo,
pero nadie sabe nada a ciencia cierta de que sabía o qué
trataba exactamente de hacer, mucho menos, que lo haya orillado a
hacer aquellas cosas y por que de repente dejo de hacerlas, mis tías
y mi madre concuerdan que evitaba el tema y siempre parecía ser un
escéptico, de hecho los recuerdos que tengo de él y de su calvario
que fueron sus últimos días, mostraban a un hombre que no quería o
no sabía nada de esos temas, mucho menos de libros o grimorios
nefastos y con extraños caracteres, mientras divagaba me di cuenta
de extrañas gentes que deambulaban cerca de mi propiedad, cerré la
puerta, me dedique a estudiar los extraños textos, pero cada vez me
sumergía en una horripilante atmósfera de horror, los textos
traducidos eran nefastos, para cualquier persona de hoy en dia o de
cualquier época, en especial un texto asqueroso escrito sobre una
asquerosa relación incestuosa;
He
aquí que Veliant dio por terminada su obra con su más perverso
deseo, la llamó Ankary que parecía una niña, de piel escamosa y
ojos rasgados pero pupila diferente a la de los Dioses, como era de
esperarse Matron sintió desprecio de aquella diosa, pero no entendía
cuál era su posición en toda la creación, pero una ocasión que
visitó la Ciudad Gris descubrió a Ankary siendo usada como objeto
del deseo por su propio padre Veliant, aquello repugno a Matron quien
contó a sus hijas…
Todo
aquello
me daba repulsión, mientras más pensaba más me iba hundiendo en un
mar de desesperanza y de horrores, me acosté en la cama y decidí
ignorar todo, el sueño me cubrió rápidamente, no hubo más que la
negrura de Morfeo para descansar, lo cierto es que no alcance la
etapa de descanso total, sino más bien caí en un sin número de
sueños pesadillescos, cada uno peor que el anterior, pero de los
cuales no recuerdo nada por suerte, pero me desperté ante la mirada
de un ser blanco o luminoso, me pareció verlo tras velos, pero me
sorprendió darme cuenta que aquello que considere velo era alguna
especie de fuego, el ser que era parecido a un hombre me dijo con
sumo horror;
-¡la
puerta, cierra la puerta!-
desperté
lleno de horror, solo para darme cuenta que alguien estaba tras mi
puerta, corrí a la puerta y debido a la excitación del momento el
corazón casi se me quería salir, puse el seguro y me tumbe cerca de
la puerta, las personas afuera hicieron el intento de abrir la
puerta, pero no lo lograron, tardaron unos minutos en marcharse que
para mi llegaron a ser horas, cansado de tanta mierda pense en quemar
los libros, deshacerme de todo, tome todo y salí por la puerta,
cerré bien la casa y salí huyendo buscando paz, pero mi vecino, Don
Mariano me hablo al pasar;
-¿quienes
eran esos hombres?, tenían muy mala pinta-
le
escuche con atención;
-no
se, no los alcance yo estaba en el baño-
el
anciano parecía asustado, siendo un viejo ejidatario, de la clase de
hombres que no temen nada, verdaderamente parecía perturbado;
-no
me creas a mi, pero daban mala pinta-
aquello
me puso los pelos más de punta, salí huyendo y me dirigí sin rumbo
a la calle, sin saber a donde ir o que hacer, me fui a la universidad
donde me escondí en la biblioteca, tome la primera computadora y
empecé a realizar una investigación sobre grimorios, libros
parecidos a la biblia, el Mahabharata o cualquier otro libro, pero no
encontre nada, termine buscando mitos sumerios, historias sobre
abducciones, termine viendo videos sobre extraterrestres risibles de
no ser por mi nefasta situación, cansado pero quizá ya más calmado
pensé en dejar ese maldito libro en la biblioteca y se hicieran
cargo de él los sabiondos y los entendidos, fue en ese momento que
vi en el área de sugerencias el video que decia sobre una mujer
contactada por extraterrestres, le di reproducir y vi el video
mientras hojeaba el libro, la entrevista era aburrida, al parecer ni
el periodista ni la mujer se tomaban en serio la entrevista pero fue
algo que dijo que llamó mi atención;
-¿que
hay sobre los dioses anunnakis?-
la
mujer pensó su respuesta;
-la
raza de los helenicos no los consideran dioses, los llaman los hijos
de Ankary, los conocen como destructores de mundos, usurpadores o
ladrones, los llaman de forma despectiva-
el
entrevistador se interesó;
-¿por
que tanto odio?-
la
mujer pensó un segundo;
-no
me lo dijeron, parecen haber estado en guerra por muchos años,
mas de lo ellos pueden o quieren contar, pero se odian mutuamente-
el
entrevistador hace unas anotaciones;
-me
dijo hace rato que los helénicos viven en la tierra, ¿por que?-
la
mujer suspira;
-un
grupo de gobiernos los recibió como refugiados, habitan en zonas
boscosas, pantanosas y montañas alejadas, no les gusta ser vistos,
rara vez hacen contactos con personas, pues quienes los ven ven a
seres luminosos rodeados en fuego fatuo, puede llegar a dar una
aterradora visión-
el
entrevistador sonríe;
-pero
usted fue contactada por ellos-
la
mujer asintió;
-si,
por Runiah, uno de estos, ha hablado conmigo, entre sueños, se dio
cuenta de mis abducciones por parte de los Anunnaky, estos podían
meter pensamientos en mi cabeza, hacer lo ellos me ordenaran, hacerme
su marioneta, pero Runiah salvó mi vida, es el único de su raza que
vaga por el mundo, los gobiernos saben de él, va por el mundo
ayudando a las personas como yo, pero nunca llega a mostrarse frente
a frente, por el temor que puede causar su forma ígnea-
todo
eso me dejó pensando, pero algo extraño sucedió, la biblioteca
permaneció en total silencio, todo el lugar estaba vacío, una
extraña sensación me inundó, al volver los ojos a la pantalla vi a
las personas de la entrevista observando hacia la camara aunque
parecían observarme a mí con unos ojos negros profundos, todos
dijeron al unísono;
-entrega
el libro, ¡abre la puerta!-
horrorizado
salí de la biblioteca dando tumbos, aquello debió de ser lo más
gracioso, pero nadie reía, parecía rodeado de una burbuja de
horror, nadie parecía notar mi presencia o a nadie le importaba, sin
saber a donde ir o qué hacer decidí regresar a mi casa, ya era
tarde, la noche no tardaría en caer, al llegar a casa, me tope con
una sorpresa inesperada, la policía estaba en mi casa, me informaron
que los vecinos habían reportado un intento de robo, lo cierto es
que habían saqueado mi casa...