Detrás del velo
Los días eran fríos y oscuros, en las calles vacías de esta ciudad cuyos rascacielos asemejan a figuras ciclopeas de otras razas innombrables en alguna otra dimencion o planeta, los autos parecen terribles seres escarabajos demenciales, verlos desde las alturas es come ver una demencial danza de horribles insectos de una colmena de insectos brillantes y blasfemos de la creación, los aviones horribles pájaros metálicos rodeados siempre de insectos simbiontes que se alimentan de estas aves (¿o las alimentan?), siempre danzando con sus insípidas luces alrededor de aquellas aves horripilantes, este es un mundo blasfemo, creado a imagen y semejanza de un dios pagano y amorfo, con tamaño ciclopeo, invisible que se mueve en silencio por la oscuridad de la noche, nuestras oscuras cuevas son su hogar, su reino nuestro desanimado y enfermo, estéril y frágil, demencial resulta pensar que solo somos sirvientes, esclavos sin libertad, esto pensaba cuando la vi, una hermosa prostituta de tan solo quince años, a su ojos el mundo desaparecía, la vi y ella me vio, temblé ante esos ojos azules, que me sonrieron se acerco a mi carro y me sonrió;-¿necesitas compañía cielo?-
yo asentí petrificado ante esa mirada poderosa y flamante, ante ella no podía reaccionar, estaba a sus pies y ella subió a mi carro;
-vamos a un lugar mas privado-
conduje mientras ella me decía por donde manejar, me llevo a un paraje oscuro, mi miedo se activo, el miedo es el primer instinto de supervivencia que posee el hombre, quien te diga lo contrario miente o no sabe lo que es el miedo;
-¿que quieres que haga?-
yo saque de mi cartera un par de billetes de 500 y dije;
-sorprendeme-
ella sonrió y abrió el cierre de mi pantalón y saco mi miembro, esperaba sus risas, pero ella como una profesional empezó a jugar y trabajar, uso su boca y su lengua, aquello fue tan placentero, a verdad que no supe cuanto tiempo paso, ella termino, me beso, cosa rara en esas mujeres pero le seguí la corriente, ella acciono el radio de mi carro, pero se dio play a la grabación arriba descrita, ella escucho atenta, creo que ni cuando perdí mi virginidad tuve tanta vergüenza, pero ella sonrió y me vio;
-eso es cierto-
dijo al termino de la grabación;
-¿te gusto?-
ella sonrió;
-claro, así es mi vida, mi mundo, vamos, quiero mostrarte algo-
ella me hizo conducir a un paraje mas oscuro aun, me llevo a un lugar vació de la carretera por alguna intersección olvidada, conduje por brechas horribles hasta llegar a una casa a mitad de la nada, un hombre hacia guardia, el hombre al vernos sonrió y abrió la puerta, adentro de aquella casa, en el recibidor estaba una mujer casi semi desnuda, llevaba ropa transparente, ella tomo mi chaqueta y proseguimos, adentro de aquella sala vi con atencion la casa del placer mas grande que hubiese visto, ninguna película pornográfica se parecía a lo que vi allí, cada placer, cada pecado de la carne allí se vivía sin promiscuidad ni hipocresía, hombres con hombres, mujeres con mujeres, niñas con ancianos, niños con ancianas, la depravacion no tenia limites mientras Bach se escuchaba en el fondo, una mujer besaba y disfrutaba los cuerpos de sus tres hijas, las mas pequeña de 10 años, pero la doncella de ojos azules me llevo a un atrio donde una mujer hacia resar a un grupo de niños y niñas, la estatua de una mujer permanecía en el atrio a ella le resaban, para mi sorpresa reconocí a la diosa de la estatua, era Ishtar;
-esta es la capilla de Ishtar la diosa del placer y del deseo, de la guerra y la muerte, tu has sido elegido por la diosa para ver detrás del velo-
les
observe y los niños estaban muy emocionados, me llevo la mujer de
ojos azules a un salón sin nada de muebles, el lugar estaba cubeto
de un color oro anormal, ella sonrió y mi señalo al techo, yo
observe a un hombre cuyo cuerpo permanecía separado cercenado en
partes, retrocedí pero aquel ser me observo y desendio moviendo su
cuerpo como arácnido unido solo por sus nervios y venas, la sangre
caía por todos lados y el me sonreía...
Horrorizado
retrocedí, ese ser ante mis ojos se transformo uniendo sus partes
una a una, como si de un juguete se tratase, el hombre que salio de
aquello me sonrió;
-siempre
es igual con todos los hombres-
yo
observe atento entre el miedo y el terror;
-tranquilo
amigo, no te haré daño, este lugar es un lugar donde esta prohibido
derramar sangre de los hombres-
yo
le observe;
-este
lugar esta conectado a Velice, un lugar sagrado, nada puede entrar
aquí sin autorisacion de los guardianes que aquí custodian-
yo
le observe con atención;
-¿por
que me has traido aquí?, ¿quien eres tu?-
el
hombre me sonrió;
-por
que eres un soñador, y necesitamos a un soñador, para que penetre
en las entrañas de Velice y nos enseñe la gloria perdida, los que
aquí habitamos estamos mas allá de la comprensión humana, pero
pocos entenderían-
yo
me asome a la sala y entonces lo vi, una niña jugaba con unos dados
a los cuales hacia flotar con sus manos, me sentí como si estuviese
en la película de Matrix, pero resultaba aterrador todo aquello;
-aquí
los deseos se tornan realidad, las pasiones son solo parte de nuestra
naturaleza, ir contra de ellas es ir contra de uno mismo, te
necesitamos para esa misión, a cambio te daremos lo que tu quieras,
si esta en nuestras manos pídelo y te sera concedido-
yo
no pude mas, salí de allí corriendo, hui por la noche oscura y
demencial, llegue a mi casa y me encerré a piedra y lodo, pase los
días y las noches en vela, preguntándome si aquello fue real, una
mañana llegaron a mi puerta una visita inesperada, los testigos de
Jehova me arribaron, yo les deje hablar y hable con ellos, de alguna
forma me hicieron olvidar todo, cuando se fueron regreso a mi la
oscuridad que me cubría, entonces llego a mi una pregunta, ¿dios
existe?, entonces lo pense, muy dentro de mi me pregunte aquello por
años, desde niño, yo no era Jose Smith para ir a resar a un bosque,
entonces lo supe, aunque no quería saber nada de esos hombres y
mujeres, quería algo para mi, mi egoísmo y vanidad se impusieron,
tome la chamarra y las llaves del carro, salí a buscar a la
prostituta de aquel dia, pero no la encontré en aquella, esquina,
pasaron los días, por lo que me decidí a ir a aquella mansión en
medio de la nada, mientras conducía a punto de adentrarme a la zona
estaba ella, vestia de gala, entonces lo supe, ya me esperaban, la
deje subir y conduje a su pequeño espacio de cielo o infierno,
llegamos, esta ves había mas gente protegiendo la entrada, con
horror note que aquellos hombres comían carne cruda, sabrá dios de
que animal, entonces lo intuí, esos hombres eran iguales a ese ser
monstruoso que aguardaba dentro, adentro de aquella casa ya se me
esperaba, mujeres y hombres me aguardaban , había políticos,
famosos artistas y alta burocracia, aquello debía ser una secta
enorme, las estatuas de la diosa Ishtar adornaban el salón, el
hombre monstruo salio de entre los presentes y llamo a las sirvientas
de la diosa a darme el servicio sagrado de la prostitución, no
entrare en detalles que resultarían perdida de tiempo, quizá solo
un rey haya gozado como yo esa noche que se alargo hasta la
madrugada, pero yo solo podía pensar en mi pregunta que pedia
respuesta, me senté solo con aquel ser que dijo llamarse Gaor, le
plantee mi petición y Gaor sonrio;
-a
donde iras podas tener las respuestas tu mismo-
yo
asentí y me sentí con mas ganas de ir allí, de entre las
sacerdotisas de Ishtar una niña me entrego una especie de
herramienta o amuleto, este tenia la forma de un Omega pero tenia
símbolos que jamas había visto, decidido, fui con ellos hasta el
umbral así lo llamaron, un extraño marco de piedra, por el cual
debía atravesar, la mujer que había estado de forma incestuosa con
sus propias hijas me advirtió;
-lo
que veras allí lo veras por medio de los ojos de la mente, no te
dejes engañar guíate por el amuleto de la diosa-
yo
asentí y sin mas camine al umbral esperando mi destino...
¿Que
te puedo contar acerca de ese viaje hacia el velo?, solo recuerdo un
camino largo en un lugar vació que se extendía hasta casi el
infinito, pero la reliquia me mostraba el camino, mientras me ponía
en dirección correcta brillaba mas potente aquel artefacto, camine
(o vague) en la oscuridad casi una hora, hasta que llegue a un nuevo
marco, donde me adentre, esperando lo peor, lo que vi allí me
sorprendió y permanecí estupefacto, aquello era un templo que se
habría a mis pies, el lugar estaba lleno de estatuas de dioses,
había una de tres caras que decía la inscripción, Dios de los
judíos, cristianos y musulmanes, tres caras diferentes y a la ves
iguales, en verdad era curioso verla, al tocarla las caras rotaban y
cambiaban una por otra, al final me di cuenta que se trataba de un
especie de juego, la cara malhumorada, la de buen humor y una que
parecía echa una furia, entonces entendí ese juego, mas allá
estaba Rah y muchos otros dioses egipcios estos parecían estar
empolvados, y viejos, fui al siguiente patíbulo y quede asombrado,
dioses nórdicos, dioses griegos, dioses Hindúes, quede asombrado,
pero lo mejor estaba por venir, en el centro de todo esto estaba
Vishnu, sosteniéndolo todo, su estatua brillaba y daba tenue luz al
lugar, lo mire y me sonrió, la estatua estaba viva, de pronto todos
y cada uno de esos dioses despertaron, me observaron y en una lengua
extraña murmuraron sobre mi, algunos rieron, otros enfurecieron como
los dioses Habramanicos, Vishnu extendió su mano pidiéndome el
artefacto su rostro era amable y lleno de paz y bondad, extendí mi
mano con el artefacto, cuando sucedió, como trueno apareció lo que
crei fue un fantasma, un hombre de piel blanca y cabello blanco como
la nieve que me grito;
-¡no
lo hagas!, ¡esa es la única luz que tienes en ese mar de
oscuridad!-
el
fantasma desapareció tan pronto como apareció, entonces sucedió,
todos los dioses al verme dudar enfurecieron, ellos me rodearon con
sus ojos amenazadores y sus armas y poderes de dioses, retrocedí
aterrorizado, un niño rio a carcajadas;
-no
les hagas caso, no tienen poder sobre a ti, a no ser que les
entregues tu luz que llevas hay-
observe
a ese niño pelirrojo;
-¿quien
eres tu?-
el
niño rio;
-solo
una sombra del pasado que esta a punto de volverse un espectro, en
fin, no creo que hayas venido a verlos a ellos-
observe
atento como esos dioses se abrían al paso de ese niño;
-¿existe
un dios verdadero aquí?-
el
niño sonrió;
-escrito
esta, donde hay muchos dioses no estoy, por que dioses son, haya
donde esta uno solo, allí estoy yo y moro con el en la luz-
observe
al niño sin comprender;
-¿y
donde esta la luz?-
pregunte;
-dentro
de ti-
el
niño me hizo observar a esos dioses;
-creados
a imagen y semejanza del propio hombre, alimentándose de su miseria
y pobreza espiritual, esos son los dioses, seres creados para perder
al hombre del camino Sacro-
observe
al niño que saco una daga, con ella perforo a Vishnu, el cual rugio
lleno de ira, uno a uno los dioses fueron destruyéndose, incluso el
Habramanico;
-¡de
mil dioses no hay uno solo que sea verdadero!-
todos
los dioses cayeron hechos polvos;
-¿tu
quien eres?-
pregunte
asustado;
-yo,
soy.....-
el
niño sonrió;
-no
significaría nada para ti, pero puedes llamarme, Damaerion-
el
niño empezó a brillar con tal fuerza que casi quede ciego;
-Lucibel
fallo al intentar destruirme, no lo logro, no puedo ser destruido por
que soy el hijo de la Madre original, yo soy Gamma quien ha visto
las capas del corazón del hombre y del universo, yo soy quien no
debió nacer, ¡yo soy la furia de los olvidados y los inocentes!-
mi
cuerpo ardió en llamas;
-¡yo
soy Mitlatecutli!-
en
aquel momento quizá perdí el conocimiento o me creí muerto...
Estuve
perdido en la oscuridad por mucho tiempo sin saber de mi, para mi
sorpresa desperté y el objeto brillaba con tanta intensidad que me
pareció que brillaba tanto como el niño, entonces me di cuenta que
debía estar dentro de las entrañas de un ser, la carne y cosas
palpitantes, hui sin saber a donde me dirigía, los movimientos de
aquellas entrañas me dieron terror, los sonidos eran horribles,
mientras escuchaba sonidos y gritos demenciales parecía que alguien
era violada en algún lugar, sus sollozos eran temibles, de aquellas
entrañas, de lugares oscuros y nefastos salieron unos seres
invertebrados con piel metálica y aceitosa, estos seres gruñían y
lanzaban rugidos semejantes a silbidos, estos poseían lenguas largas
y algunos podían caminar en dos pies, al verme se abalanzaron sobre
mi y yo hui todo lo que pude correr, me perdí por inmensas galerías
ciclopeas de algunas partes de aquel ser se volvieron cristalinas y
al parecer perdí a mis perseguidores, una ves lejos donde me creí
seguro, encontré el final del camino, había una especie de estatua
de piedra de una mujer, pero estaba en el final del camino, allí me
senté y trate de descansar, me recosté y descanse, no se cuanto
tiempo me dormí, pero desperté frente a ella, la estatua estaba
frente a mi, con al menos veinte ojos en todo su cuerpo, de su vulva
salían tentáculos que brincaba de aquí para allá, la mujer sonrió
al verme y me atrapo con sus tentáculos, me llevo hasta ella y sus
tentáculos jugaron con mi cuerpo como si quisiera reproducirse
conmigo yo grite y me sumí en la oscuridad de nuevo...
Desperté
de nuevo, estaba al pie de una montaña, un hombre con su callado
permanecía sobre la montaña, le observe pero parecía no darse
cuenta de mi presencia, el hombre grito;
-¡déjame
ver tu rostro!-
una
voz le contesto;
-no,
por que aquel hombre que vea mi rostro de cierto morirá-
dijo
una voz como el trueno, el hombre grito;
-¿como
sabre que eres el dios de mi pueblo entonces?-
una
terrible neblina cubrió el lugar una voz conocida me grito;
-cubre
tu rostro-
por
un instante vi a ese hombre de pelo blanco y piel blanca otra ves,
obedecí y me cubrí el rostro con el símbolo omega y un rostro
apareció en la niebla, un rostro parecía tallado en roca, con
símbolos desconocidos y ojos llameantes;
-¡tu
eres rey de Reyes!-
dijo
el hombre, pero no pude yo resistir la visión aterradora, algo me
dijo que ese ser no era de aquí, de este mundo, de este plano;
-el
es un Aurizen....-
dijo
la voz de aquel hombre de pelo plateado, el símbolo se derritió y
me cubrió la cara quemandomela, pero el horror de ver aquello era
peor, el hombre apareció frente a mi y me llevo con el no se a
donde...
Desperté
aterrado, todos me veían en ese salón dedicado a Ishtar, al verlos
entendí que todo había terminado, pero yo llevaba en el rostro una
mascara de plata de lo que fue un símbolo de Omega, en mi bolsillo
estaba un lirio Siberiano, nadie se molesto por mi horrible aspecto
mas que los niños, me hicieron mil preguntas, pero yo les hice jurar
que me ayudarían a viajar a Siberia y solo así les diría mis
detalles detrás del Velo...