El codice

Eran días pesados extraños, el cielo por lo general permanecía de color grisáceo, a veces te preguntabas si en verdad este lugar vale la pena ser visitado, La capital Londres expande Sus impresionantes edificios góticos y sombríos a través de calles empedradas en las que sólo faltan las carretas y los caballeros, así como los castillos llenos de Reyes y princesas, así como iglesias en las que miles de millones de personas salían a rezar, y donde a veces los párrocos y obispos realizaban sus planes para presionar a los reyes en turno, eran días morbosos y oscuros, en los que el oficial de policía salía a deambular por las calles temeroso con la bendición de su esposa y su madre, eran días malos, vías morbosos y oscuros.





Para un viajero como yo resulta bastante impresionante todo el lugar, además de que resultaba inquietante el hecho de que las personas no les molestase la falta de sol, la vida parecía apagada sin motivo aparente, la gente iba y venía en eterno languidecer, no era que no conocía el idioma o un poco de sus costumbres, pero es muy raro cuando todo aquello en lo que has investigado y leído, y lo observas a través de tus ojos, es una sensación impresionante, avasallante y podríamos decir que es una sensación que llena el más puro horror, no es que la gente tuviese algo malo, tampoco que el lugar hubiera algo de malo, sino porque es en sí, una impresión y avasallante de un lugar que jamás has visto y que has querido ver a través de tus ojos y ahora que tienes la oportunidad, impresiona, es extraño y terrible.





Debo reconocer que mi trabajo me ha dado muchas satisfacciones a través de mi vida, mas sin embargo que esta no fue una de ellas, una vez más insisto no se trata de lugar o de las personas, se trataba de que simplemente yo no sabía que podía encontrarme allí, como arqueólogo de profesional que soy, he viajado por todo el mundo y he visto infinidad de cosas impresionante y maravillosas, Pero lo que sabía ser allí fue algo por demás extraña y tedioso, pero a la vez impresionante y a la vez sórdido, porque uno no sabe qué esperar cuando uno encuentra los fragmentos del pasado perdidos, la duda te carcome y te hace dudar de ti mismo.





Un hombre de nombre Peter Welligton, Me contactó hacía tres meses para cuestionarme sobre una pieza arqueológica de que poseía, Aquello era un códice antiguo de la América precolombina, que el caballero necesitaba saber su significado, el hombre sexagenario resultaba ser bastante pintoresco y conocerlo, tenía las orejas ligeramente más largas y una curiosa nariz alargada, sin embargo tenía un semblante tranquilo, además de un un buen humor y bastante platicador, difícilmente este hombre es de aquellos charlatanes que se la pasan en el mundo embaucando a las personas con falsas reliquias antiguas como mi especialidad ha sido la arqueología mexicana, he viajado por todo el mundo para descubrir y descifrar piezas, para el Instituto nacional de antropología e historia, en el cual algunas piezas si bien no se pueden recuperar, éstas deben pasar a lo que se conoce como él catalogó de existencias exteriores, en las cuales se detallan las piezas importantes en manos de personas o países que no pueden o no quieren regresar las a México, pero que han permitido que el Instituto las investigue, el señor Peter habló a través de la embajada mexicana para buscar información sobre la pieza que poseía en su colección, rápidamente y más de lo que creía la gente, la Embajada contactó al Instituto, Este me puse en contacto con el caballero para poner fecha para nuestro encuentro y para saber sobre esta pieza.





En el Instituto lamentablemente no posee muchos recursos, por lo que se me dijo que los gastos serían muy cortos en cuanto al viaje, el señor Welligton amablemente ofreció su casa para pasar los días y así no crear un gasto excesivo y mi viaje fuese cómodo, Llegue al aeropuerto alrededor de las 12 del día después de un largo viaje en avión, en la que por lo menos trasborde tres vuelos, el señor Welligton y su familia me esperaban con un curioso letrero en el aeropuerto, llevaba mi nombre perfectamente escrito incluso con los acentos, cosa que me gustó mucho y sentí calidez.





Sería una falta de respeto criticar a esta familia y a su humilde hogar, sólo puedo decir que no son una familia acomodada, pero sí viven tranquilos en una casa suficientemente grande para toda la familia de por lo menos ocho miembros, la casa estaba rústicamente amueblada además de que poseía un jardín y patio central bastante curiosos, la estructura victoriana de la casa resultaba llamativa impresionante, incluso por allí permanecía una chimenea bastante vieja, el señor me contó que por lo general usaban la calefacción y la chimenea hacia mucho que había sido bloqueada pero resultaba curioso y llamativa la chimenea, Por lo que allí decidieron dejarla debido a que le da un toque especial a la casa.





Lo realmente perturbador comienza a partir del momento en que el señor Welligton me mostró el códice el cual poseía en sus manos, Lo mantenía en un lugar perfectamente preparado para que el tiempo no lo destruyera ni la humedad, se las había enseñado para diseñar una curiosa caja fuerte en la que la temperatura y la humedad eran perfectas para mantener el códice, una vez que empecé a analizarlo en que se anotaron las características, Propias de los códices mixtecas de la época, aunque me resultó bastante difícil catalogarlo en el tiempo en el que fue creado, me resultó curioso e impresionante la extraña historia Que este códice mencionaba, no se trataba solamente de una historia típica de los mixtecas, en las que detallaban sus batallas y glorias o sus derrotas, pero sí poseía las curiosas historias de sacrificios humanos que hacen estas historias morbosas y a la vez deliciosas.





La historia mencionaba sobre un príncipe de nombre coyote 13 el cual trataba de alegrar a los dioses del inframundo con los típicos sacrificios humanos, hombres y mujeres vírgenes fueron según el códice sacrificados para para que la hambre de los dioses fuese llenada y saciada, pero el primer detalle extraño es que su Dios no era representado por ninguna de las figuras ya conocidas de la mitología mixteca, sino Esta vez era una mujer conectada y se le puede llamar así, a una araña, a partir de la cabeza de esta, la mujer avanzaba como un monstruo trepidante, aunque en algunos cuentos e historias europeos aparece seres de este tipo, en la mitología mixteca no hay registros de estas especies de Dioses, Por lo que empecé a tener mis dudas sobre él códice.





El códice mencionado también como en un lugar conocido como el cerro de la sangre, un lugar bastante simple pues en la mitología mixteca y en los códices aparece por lo menos una veintena de lugares con este nombre, Pero en este se menciona el porqué éste era el cerro de la sangre explicando el porqué de este nombre, un grupo de seres divinos arribaron allí para realizar adoraciónes Adioses más altos, en lo que se puede entender del códice nos hablaba de varios sino un solo Dios, llamado la oscuridad caminante, o estas extrañas deidades enseñaron a los hombres a adorar la oscuridad caminante y menciona el códice, Que hubo prosperidad como nunca antes en estos pueblos, menciona que las cosechas de maíz frijol y cacao fueron grandes en aquellos años de bonanza, pero dice el códice, que aquella deidad que engendró a muchas otras deidades monstruosas eran cada vez más terribles con la población, por lo que ya anciano el guerrero y líder coyote 13 preparó la destrucción del templo de la sangre así como sus deidades.





El hecho de que los mixtecas se hubiesen revelado contra sus propios deidades resultaba bastante curioso pero no extraño, tomando en cuenta que algunas veces en los rituales algunos reyes y sacerdotes tomaban los papeles de los dioses esto por veces provocaba ligeras confusiones en los traductores y en los investigadores, más de alguna ocasión se escribió literalmente que los pueblos se revelaban contra los dioses y sus propios gobernantes, aunque en la extraño en esta ocasión el propio gobernante atacara y se rebelara contra Los propios dioses, cuenta el códice que aquello fue una gran batalla concede el inframundo monstruosos y de terribles aspectos, en los que se aprecian bestias con forma de coyotes, armadillos tlacuaches entre otros muchos bestias y animales de la mitología mixteca, todo esto resulta bastante enriquecedor leerlo, cuenta la historia que al final los hombres decidieron abandonar el lugar después de haber destruido el cerro y los templos de aquellas deidades profanas, relaté todas impresionante historia en un correo electrónico que envíe a mi supervisor en el Instituto, el cual seguramente lo archivo y me pidió regresar lo más pronto posible para evitar más gastos al Instituto, el señor Welligton estuvo feliz de tener la traducción de aquel impresionante códice, me dijo curiosamente que si bien no podría por razones sentimentales deshacerse de él y entregarmelo Para el Instituto, su casa estaba abierta para cualquiera que quisiera ver el códice pudiera hacerlo, yo acepté y me despedí de su amable familia y también de este noble caballero e incluso me acompañó hasta el aeropuerto, mi viaje resultó extrañamente perturbador porque más de una ocasión mientras volábamos en la noche y los relámpagos alumbraban todo el avión, yo me despertaban de sueños misteriosos en los que yo era perseguido por monstruosos seres y deidades mixtecas que ansiaban mi sangre para el sacrificio Para su monstruoso dios la oscuridad caminante.