lunes, 4 de marzo de 2013

Simbiosis 05


05

Fernanda permanecía sentada en una mesa junto a un pilar de libros, su hermana le había prometido regresar por ella, en aquella soledad los miedos, reaparecía no podía evitarlo, tenía miedo, por muchas noches soñó con aquella fotografía en la portada de un periódico mala nota, la fotografía de su padre el cual había sido asesinado, sus hermanas y su madre la habían visto y se la habían ocultado, pero aún así por accidente la encontró, su padre permanecía sentado en el asiento del lado derecho, en su rostro permanecía la marca de disparo que atravesó su cabeza, estiraba su mano por fuera de la camioneta, sus ojos aún abiertos parecían implorar clemencia, quizás su último pensamiento fue sobre sus hijas y su esposa, muchas noches soñó que veía a su padre en la camioneta que había sido asesinado este aún con la fuerza que le quedaba le gritaba, gritaba su nombre, Fernanda;

¡Basta!,no debo pensar en eso.

Fernanda tomó un libro y lo hojeo, aunque los volúmenes científicos abundaban, por ahí habían unos que otros de medicina y otros de gramática, pero ninguno leía, sólo los hojeaba, para pasar el rato, ya había pasado unos tomos de historia y geografía pero aún así seguía hojeando en silencio, aquellos libros, mientras estiraba la mano para agarrar un libro golpeó accidentalmente un bulto y éstos cayeron hasta el suelo, uno de estos al caer se abrió en dos dejando ver un pequeño bulto negro, Fernanda lo recogió y lo abrió, en este yacía un mapa del pueblo en el cual se observaban los edificios de pueblo los cuales se conectaban aún grupo de túneles que atravesaban el pueblo, Fernanda noto que el cuarto en el que se encontraba estaba marcado junto a una flecha la cual indicaba a este junto a una frase que decía “cuarto librero izquierdo”, Fernanda observó que también en el bulto permanecía una tarjeta negra con un chip dorado la cual le recordó las tarjetas que usaban su madre y su hermana mayor para el cobrar en los cajeros de los bancos, Fernanda prosiguió ojeando los libros que disponía para pasar el tiempo mientras regresaba su hermana la cual prometió regresar por ella, el tiempo se extendió como lentos susurros de un destino incierto.

Luisa observó horrorizado en la pantalla del sistema de circuito cerrado de televisión a su hermana Marlene avanzando en las calles del pueblo, mientras que en su mente no cabía la idea de que Fernanda estuviese sola, cómo diablos se le ocurriría a su hermana dejar sola a la pequeña Fernanda sola en aquel pueblo maldito;

¿que diablos estás pensando, Marlene?

Marlene había salido de la biblioteca y se había dirigido a la Iglesia, pero la puerta había sido cerrada desde adentro, ella creyó haber visto a su madre correr hacia esta, pero la puerta estaba cerrada y parecía permanecer impenetrable, Marlene había salido de la biblioteca después ponerle seguro a la puerta, para evitar que algo fuera a lastimar a Fernanda, sin embargo el temor caminaba detrás de ella de cada paso, cada esquina, nada había salido a su encuentro, era como si los seres que las habían perseguido se ocultaran de ellas;

tal vez me están casando.

Esta idea le hizo sentir escalofrío le recorrió la espalda, trató de abrir varias puertas de los edificios que pasaba, pero ninguna pretendió ceder, avanzó hasta llegar al más grande de los edificios cercanos, del cual se veían los símbolos de la Secretaría de salud y sobre este una cruz roja, lentamente giró la perilla de la puerta, acto seguido pupilas se abrieron al ver aquella escena en aquel sitio;

¿Esos hombres están...?

Marlene observó los cadáveres sobre el piso bañado en sangre, las heridas que tenían eran profundas, Marlene los pasó por un lado, tratando de no vomitar por él olor a sangre, aquel cuarto de enfermería cuyas camas manchadas de sangre, mostraban una escena surrealista, comparable con las películas de guerra que ella había visto en la televisión, continuó caminando entre las camas hasta llegar a la una puerta la cual permanecía en el fondo de dicho cuarto, la puerta estaba cerrada con seguro, aunque se sintió molesta por toparse con otra huerta cerrada, empezó a buscar con la vista algo para abrir la puerta, escuchó un sonido, repetitivo y fuerte, algo parecía haber pasado por encima del edificio, Marlene creyó que podría tratarse de un helicóptero del cual se dirigía a la plataforma;

Bien, creo que podría pedir auxilio.

Casares y su grupo descendió del helicóptero rápidamente bajaron el equipo necesario, inmediatamente le ordeno al sargento Aréchiga acercarse;

.-Sargento distribuya a su gente, Gómez, Aceveda y Ramírez vienen conmigo, distribuya a los demás por el pueblo según él plan de contingencia del delta 13-.

El sargento asintió mientras el helicóptero levantaba el vuelo, los militares observaron el pueblo, ninguno de ellos tuvo miedo, ya estaban enterados de las sorpresas que les aguardaban, Aceveda y Ramírez vieron la camioneta GRAND CHEROKEE, el teniente Casares ordenó que se distribuyeran por el pueblo;

.-¿Gómez acaso tú crees en él infierno?-.

El soldado Gómez observó a su compañero Aceveda el cual le había preguntado y con tono irónico dijo;

.- No, no creo en tonterías-.

Ramírez y Aceveda lo miraron y con una sonrisa le dijo Aceveda a Gómez;

.- Lo siento, estas parado en el-.

El sargento Aréchiga les ordenó seguirle hacia el pueblo a los miembros restantes del equipo, el soldado raso de la Cruz, lamentó escuchar las palabras de sus compañeros mientras se dirigían al pueblo.

Marlene quiso dirigirse dirigirse hacia la puerta de la entrada para pedir auxilio a los militares que había visto descender del helicóptero, un sonido débil se escuchó a sus espaldas, un sensor el cual permanecía junto a la puerta que Marlene no había notado se encendió, otro sonido se escuchó en la puerta, como si la puerta hubiese sido abierta desde adentro, el sensor mostró una luz roja, Marlene intentó abrir la puerta pero esta no se dio, Marlene se sintió frustrada al ver que la puerta se negaba a abrirse por lo que quiso desquitar su impotencia con la puerta pateándola sin que esta acción sirviese de algo, Marlene quiso ignorarla le dio la espalda y se perfiló a la puerta de entrada, el sensor cambió de color de rojo a verde, un nuevo sonido se escuchó en la habitación, Marlene se dirigió al entrar a sólo para darse cuenta que la puerta de la entrada ahora permanecía cerrada, Marlene observó que la puerta del fondo el sensor mostraba la luz verde, Marlene se dirigió a esta notando al girar la perilla de la puerta estaba abierta, Marlene supuso se trataba de una especie de sistema de seguridad, Marlene abrió la puerta lentamente mientras sostenía su arma, al avanzar escucho un ruido seco semejante a un objeto al caer, Marlene sostuvo su arma y avanzó entre las estanterías con cajas vacías de vendajes y gasas continuó caminando buscando con la mirada, los pasillos estrechos mostraban un terrible desorden como si alguien hubiera hurgado entre estos, Marlene prosiguió hasta llegar al final del tercer y último pasillo en el cual la abertura daba aún pasillo más largo, Marlene el camino por este sintiendo escalofríos al ver un sinnúmero de frascos que contenían partes humanas, mientras proseguía llegó a una especie de cápsula en la cual se podía ver el cuerpo humano mutilado partido en partes en forma de ruedas de casi 5 cm, un asco profundo recorrió el cuerpo al pensar que aquel objeto cercenado fue alguna vez un ser humano, en una etiqueta se leía “parásito alpha y su complexión”, junto a este decía una carpeta, Marlene la levantó y se dio cuenta que tenía imágenes fotográficas que le habían tomado al cadáver cercenado, una de las páginas que yacían dentro de la carpeta tenía un fragmento el cual estaba anotado “el parásito alpha al encontrar un sujeto le inserta un nervio de nombre cartílago membranal, el cual se extiende por entre el sistema nervioso hasta llegar a la médula espinal y subir por esta hasta llegar al cerebro, donde se fusionan con el cerebro para formar una simbiosis completa, el ser infectado ahora actuará de acuerdo a las reglas distintivas de la colmena, aunque lo primero que suelen hacer por instinto alimentarse...”

Marlene sintió un escalofrío al leer esto, “parásitos, colmena, primer instinto alimentarse”;

Qué diablos estaban haciendo en este lugar.

Mientras pensaba y veía los frascos un golpe se escuchó al final del pasillo, Marlene miró lentamente y al observar vio una cápsula con un líquido gris, dentro de este yacía un ser enorme, una especie de lobo como los que les habían perseguido desde la plataforma, pero este medía alrededor de 2 m, el ser parecía estar congelado en un momento de furia, por su expresión y su rostro encajado, junto a sus ojos que veían al vacío que casualmente estaba en el lugar en el que ella estaba parada, su mirada fría y seca de ir al frente, sin parpadear observando el vacío sumergido en aquel líquido, Marlene se acercó para contemplar con cierto horror la demencia en sí misma, sobre este había una etiqueta que decía, “peligro líquido nervioso, sujeto nombre código: Coyote, parásito bravo versión beta”.

Aquí los estaban desarrollando, Dios santo, ¿a qué clase de lugar hemos llegado?




Marlene sintió un terrible miedo, miró de nuevo a que el ser inmutado por los líquidos que lo rodeaban, en ese pequeño ir y venir en cuestión de segundos observó con horror como el ser había volteado sus pupilas hacia ella, Marlene retrocedió y apuntó su arma a ser frasco gigante por instinto, el ser en todo su horror estaba vivo y estaba consciente de la presencia de ella, por un momento sostuvo su arma permaneciendo parada sin moverse apuntando hacia el frasco, el cual no se volvió a mover;

Líquido nervioso, ahora lo entiendo, los mantiene en alguna especie de animación suspendida, si el frasco se llegase a romper entonces...

Marlene se dio la vuelta y corrió por el pasillo hasta llegar a la puerta la cual abrió lentamente.

El sargento Rafael Aréchiga y el soldado raso Pedro de la Cruz avanzaron por el pueblo, corriendo se habían que había sucedido una fuga importante, ningún mensaje había llegado después de las 14 horas del día 14 marzo, a estas fechas ya era 15, el último mensaje había sido bastante perturbador así como misterioso, “peligro contaminación biológica, reina juega a tres movimientos y gana”, quien fuera que había sido la persona que mandó el mensaje no lo hizo por los canales satelitales ni ningún otro medio de comunicación militar, sino por código Morse por la unidad de telégrafo, la primera parte del mensaje en claro que la amenaza biológica era grave, pero lo segundo era un misterio, el cual rayaba en la monstruosidad, si una reina de la unidad de ingeniería se había escapado significaba problemas bastantes serios, ambos continuaron hasta llegar a la enfermería del pueblo Rafael giró la perilla, pero esta tenía seguro, Rafael sacó de entre sus ropas una tarjeta negra, observó el dispositivo y se preparó para insertar la tarjeta, cuando escuchó la voz del teniente Cázares;

. ¡Aréchiga!-.

Aréchiga se giró para ver y observó al teniente Pablo Cázares y al cabo José Gómez, estos sonrieron cínicamente al verlos, el teniente le dio nuevas órdenes;

.-Vayan a la librería y reúnanse con los demás y de paso verifiquen el túnel esté sellado, nosotros cuidaremos este lugar, recuerden que necesitamos a los científicos con vida-.

Aréchiga y de la Cruz Avanzaron por enfrente de ellos, a unos pasos escucharon como los otros dos abrieron la puerta, la librería no estaba lejos de ahí por lo que corrieron unos metros pasando la armería y el túnel en el cual se detuvieron para verificar que este se mantuviera cerrado, Aréchiga se decía asimismo que se había habido una fuga entonces lo peor se encontraba en el laboratorio del sector Zulu o en el sector Omega...

Mientras avanzaban el rocío nocturno caía sobre ellos, una silueta salió a su paso Aréchiga retrocedió prácticamente de un brinco, mientras que de la Cruz apuntó con su rifle de asalto, los ojos del soldado novato de la Cruz al ver aquella criatura, una especie de lobo de estatura de 1 m 65, sus garras afiladas que salían de sus dedos tenían 10 cm de largo, su pelaje gris apenas se distinguía a la luz de la luna la cual poco a poco ascendía por el cielo mostrando su esplendor como luna llena, pero sus ojos rojos brillaban como silenciosas lámparas de muerte, en su hocico se podían ver los dientes afilados y listos para acabar con lo que se le pusiera enfrente, Aréchiga apuntó su rifle mientras identificaba al ser que los amedrentaba sólo con su presencia;

Dios santo esto es un ejemplar bravo, un lobo.

Aréchiga jaló el gatillo de su rifle de asalto, mientras la cálida brisa primaveral se teñía de sangre.

El teniente Pablo Casares observó aquellos cadáveres en el suelo de la enfermería, no eran más que espadrapos humanos, pero ninguno era científico del sector Omega, sólo eran empleados de los sectores públicos, sabía que los sobrevivientes estarían ocultos, por lo que sería bastante difícil encontrarlos;

Sólo encuentralos y termina la orden, recuperando las muestras y no tendrás de que preocuparte de por vida.

Casares hacia poco que trabajaba como teniente de las GANFE(Grupos anfibios de fuerzas especiales del ejército), pero alguien lo recomendó en tareas de investigación y desarrollo del ejército, hace poco un hombre lo había contratado, parecía conocer todo lo que hacían en el poblado de Tilantongo, alguien quería comprar lo que allí preparaban los altos mandos, por lo que el sé ofreció;

Spearhead.

El sabía que Gómez era un soldado ambicioso, su trabajo le fascinaba sólo por el llano placer de estar por encima de la ley, algunas veces Pablo Casares se preguntó si Gómez se masturbaba con la idea de matar o asesinar personas, sin importar quienes fueron estas...

.-Están bien muertos-.

Dijo Gómez., el teniente Casares miró el cuarto con cierto patetismo y contestó a Gómez;

.-Mejor así nos ahorraron tiempo, creo que deberíamos...-.

Un sonido rompió el silencio de la noche en el poblado, alguien disparó con un rifle de asalto, era obvio que se trataba de uno de los suyos y estaba en problemas, a este se le unió una segunda ráfaga proveniente de otra dirección, una más mucho a la lejanía quizás al sur, Casares radio y la habló a sus hombres por este;

.-¡Aréchiga, Aceveda, Machado contesten!-.

El silencio inundó la frecuencia mientras los disparos se ha alargaban, Casares le ordenó a Gómez con desesperación;

.-¡Cuida al coyote, yo te llamaré luego por la radio!-.

Casares salió corriendo de la enfermería mientras le quitaba el seguro a su arma;

Maldición todavía no, los necesito aún con vida.

A Gómez no le quedó más que acatar la orden, odiaba el lugar, pero lo que yacía en el piso le prometía que pronto tendría que haber sangre y dolor, de niño le gustaba matar gatos, perros, cualquier animal o cosa que pudiese morir, sin embargo cuando se unió al ejército, pudo cumplir su sueño, matar a quemarropa, muchas noches trató de negar su deseo de engrosar las filas del narcotráfico, pero el ser una autoridad y tener más poder que cualquier funcionario se lo evitaba, sin embargo desde que pertenecía al área de control biológico se había muerto de aburrimiento, hasta hoy;

Bien estos cadáveres, significan que la locura prometida llego hoy, quisiera divertirme un poco antes de...

La puerta del fondo se abrió lentamente, Gómez apuntó su arma, quizá el coyote había despertado, sin embargo sólo vio una frágil silueta la cual también le apuntó con un arma, Marlene apuntó su arma hacia él soldado el soldado al verla bajo lentamente su arma y le dijo a Marlene;

.-Tranquila, venimos a ayudar-.

    Marlene bajo su arma, observó al soldado y suspiro, sintió un brillo de esperanzas aunque sabía por alguna razón que era un curita en un cáncer;

.-¿Usted venía en la camioneta que se encuentra junto a la plataforma?-.

Marlene asintió lentamente y contestó;

.-Si, veníamos yo, mi madre y mis hermanas-.

El soldado tenía rasgos morenos claros, sus ojos cafés la reflejaban, Marlene se decía a sí misma que éste no era nada feo, pero algo le decía a ella que algo andaba relativamente mal, aunque ella no podría explicarlo, prefirió ignorar esto;

.-Bien, vamos a buscar a su familia-.

Sugirió el militar, ambos empezaron a caminar hacia la puerta, ella lo seguía mientras esté avanzaba, Marlene pensó que seguramente el militar ya sabía lo que sucedía, en aquel maldito pueblo, quizás era un buen soldado, un buen hombre quizás...

Thump

Marlene sintió el fuerte dolor de la contracción de su vientre, al expulsar todo el aire de golpe, sus pulmones se vaciaron a una velocidad rápida evitando que pudiese recuperarse, tan rápido como el soldado le había golpeado en el estómago, Marlene cayó al suelo de espaldas, Gomes le quitó el arma y la aventó a varios metros de una cama permanecía en el fondo de la habitación, el soldado sonrió plácidamente mientras dejaba caer su rifle de asalto, sacó de entre sus ropas un cuchillo del cual jugaba mientras sonreía complacido, y dijo con una sonrisa malévola;

.-Lástima que yo no soy de los tipos que les gusta ser el héroe, pero tú eres de las chicas que les gustan los tipos cursis, lo digo por tu ropa “fresa”, lo haré lo más romántico posible, te lo aseguro...-.

El soldado lentamente inserto el cuchillo entre la blusa y el top que cargaba Marlene, lentamente el soldado levantó su cuchillo, hasta que el botón soltó la blusa y dejó ver su escultural escote que poseía la adolescente, lentamente el soldado blandió el cuchillo con una expresión monstruosa y terrible, el soldado acercó su rostro para leerla, un asco le recorrió el cuerpo de Marlene;

.-Cerdo mal nacido-.

Susurró jadeante Marlene, una vez más el miedo se apoderó de ella.

No se por qué tengo tanta hambre...

Gómez sintió que algo agarraba su pierna seguido de otro, dos cadáveres que parecían haber muerto le sujetaban las piernas, el tercero se levantó del suelo y se lanzó contra el soldado, el cual luchaba por sustraerse el cadáver que se le habría pensado encima lo desarmó después de golpear su pecho una y otra vez en una furia indescriptible, este cuchillo terminó en el cuello del soldado, lentamente el ser empezó a terminar de cortar cuello del soldado, hasta que hubo separado la cabeza del soldado, de la cual empezó a beber la sangre que derramaba esta, los otros dos empezaron a ser lo mismo con el cadáver del soldado, Marlene permaneció asombrada y aterrada en el suelo, rápidamente reaccionó, corrió hacia las camas y corrió sobre estas pasando junto a los seres que devoraban aquel cadáver que fue alguna vez un soldado, sin embargo uno de estos al percatarse de ella, empujó una de las camas la cual empujó a otra, sobre la cual pasaba Marlene, provocando que esta cabellera al suelo, Marlene cayó de bruces al suelo, apenas alcanzando a meter las manos, rápidamente se giró sólo para ver a los seres caminar hacia ella, sus camisas desgarradas así como rostros curtidos por heridas y llagas, poco o nada es importado, uno de los seres el cual llevaba el cuchillo lo blandía en el aire el cual brillaba con un fulgor de muerte, Marlene trato de levantarse lo más rápido posible, corrió instintivamente hacia la puerta de la bodega, pero uno de los seres se le adelantó y le cerró el paso, Marlene retrocedió hasta la esquina del cuarto, el ser que sostenía el cuchillo la miró fijamente, dijo sonriendo;

.-Rostro bonito, quiero destruir tu rostro bonito... -.

Marlene cerró los ojos instintivamente, preparándose para recibir el dolor de una muerte horrible...

.-No, yo no lo creo...-.

Un disparo se escuchó en la habitación, seguido de un suave sonido metálico del cual había sonado como una moneda cayendo al suelo, Marlene abrió los ojos y vio al ser que sostenía el cuchillo caer muerto, junto a la puerta permanecía un hombre joven de quizá 23 o 25 años, su pelo corto parado en punta lo hace ver como un renegado pensó Marlene, llevaba una playera negra y pantalón negro, botas militares y un chaleco antibalas, el hombre levantó el cañón de una pistola escuadra 45 mm, el joven disparó nuevamente, la bala destrozó el rostro de otro de los seres, el último se arrojó contra del tratando de morderle, pero el joven haciendo uso de una fuerza excepcional lo lanzó contra la pared al ser, acto seguido disparó contra este destrozándole parte del pecho, Marlene quedó atónita al ver al joven, este camino para ver el cadáver del soldado, recogió algo en el cadáver y lo guardó entre sus ropas, el joven tomó las armas del soldado, el rifle de asalto y una pistola escuadra 9 mm la cual colocó en su cintura, también recogió en radio que cargaba el soldado, una vez hecho esto el joven se dirigió a la esquina contraria a la que permanecía Marlene, este tomo el arma de Marlene, la observo, Marlene tuvo la sensación que el joven poseía entrenamiento militar avanzado, el joven avanzó hacia ella, Marlene que aún permanecía en el piso, observo al joven del cual le tendió la mano, Marlene por un segundo lo dudo, pero al mirar el rostro del joven dejó sus dudas un lado, el joven le ofreció su arma, Marlene la tomó mientras él joven le decía;

.-Bonita arma, ¿Acaso eres francotiradora? -.

Marlene se sorprendió al notar que sus palabras salían con dificultad;

.-No yo... practico tiro al blanco, ¿y tú eres?-.

El joven sonrió al darse cuenta de sus malos modales y contestó;

.-Eric Saavedra, agente de la Interpol, perdón no esperaba que alguien más estuviese en este pueblo, de haberlo sabido te habría ahorrado lo del soldado-.

Quizá fue idea mediática de Marlene pero creyó notar que el joven desviaba la mirada al decir “Interpol”;

.-¿Tú estabas adentro de la bodega?, pero si yo no vi a nadie-.

El joven sonrió y dijo;

.-Ya esperaba que los militares arribaran, así que decidí esconderme, por lo visto señorita usted no sabe observar bien los lugares a los que entra, de cualquier forma al escuchar el ajetreo decidí investigar-.

Marlene se quedó sorprendida, alguien con tal capacidad para ocultarse tenía que ser militar o un experto del encubrimiento, el joven la miro a los ojos por un instante y la cuestionó;

.-¿Éste no es el lugar para qué excursione el club de porristas del colegio Amado Nervo?-.

Marlene se dio cuenta que su blusa mostraba una provocativa vista, Marlene se tapó con la blusa mientras el joven veía los cadáveres, como si buscase algo, Marlene se dirigió a él y le dijo;

.-No, no somos del club de porristas, somos del club de ajedrez-.

Erick observó a Marlene, el joven no pudo evitar sonreír ante el sarcasmo;

.-No, mi familia y yo nos dirigíamos a tierra caliente, pero por accidente terminamos en este lugar-.

El joven continuó observando con la mirada a los cuerpos y dijo;

.-¿Y tu familia donde está?-.

Marlene suspiró y dijo;

.-Pérdidas en este pueblo, les estoy buscando-.

El joven continuaba observando a los cadáveres dijo;

.-Es curioso, yo también buscó alguien-.

Marlene observó al joven a los ojos, el joven continuó;

.-Busco a la doctora Patricia Ruiz, desapareció hace seis meses, creemos que fue secuestrada por alguien y la mantenían en este lugar-.

Marlene notó nuevamente el joven desviaba la mirada al decir “secuestro”, el joven prosiguió;

.-¿Qué te parece si te ayudo y me ayudas?, tu..., ¿cómo te llamas?-.

Marlene sonrió al darse cuenta que ni siquiera se había presentado;

.-Marlene Robles-.

El joven sonrió y le tendió la mano, el joven agregó;

.-Bien entonces creo que necesitarás esto más que yo, espero manejen rifles de asalto en tú grupo de ajedrez-.

Marlene sonrió mientras tomaba el rifle de asalto que el joven le ofrecía;

.-De hecho manejamos hasta lanza granadas-.

Eric sonrió, ambos permanecieron en silencio mirándose uno al otro, ese momento se extendió por unos segundos que ha Marlene le parecieron una eternidad;

.-¿Qué pasa?-.

Marlene contestó;

.-Nada-.

Marlene, se dio media vuelta para evitar que el joven se diera cuenta que acababa de ruborizarse;

.-Toma también esté radio, así estaremos en contacto, yo estaré en el canal cinco-.

Marlene lo tomo, se colocó el radio en la cintura y el rifle en la espalda, Eric observó la munición que aún permanecía en el cargador de su arma 45 mm, se dirigió a la puerta, se dio media vuelta se despidió de Marlene levantando su mano con sus dedos haciendo una V de Victoria, el joven salió de la enfermería, mientras que Marlene sentía un golpe de buena suerte al fin.

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