viernes, 27 de abril de 2012

La matanza de San Bartolome

La sangre corría a través de los atrios de las iglesias, los asesinatos habían sido en cantidades  enormes, en nombre de los santos fue hecho aquello, hombres y mujeres, niños y niñas, todos habían muerto en nombre de un profana   religión, el dolor, los sentimientos de pena, eran más que los de sangre y odio, las autoridades gubernamentales no hicieron nada, de hecho se sabe que ellos mismos ayudaron a realizar estas barbaries, la sangre de París corrían a borbotones, ¿que era más importante proteger una creencia, o proteger seres humanos?, No se trataba sólo de personas religiosas, sino se trataba de algo político, algo más allá  del entendimiento, durante las masacres, hombres y mujeres, fueron partícipes de lo que no se tiene nombre, porque no hay demonio, ni  espectro alguno capaz de superar la maldad y la frivolidad con la cual se realizo la gran matanza, ningún poder divino estaría de acuerdo en tales acciones, pero  el poder de los hombres es fuerte y es claro, más allá de una creencia, más allá de una deidad, permanece el derecho del ser humano a vivir, pero quienes realizaron la matanza por toda Francia, no les importaba esto, la ira  asesina de las masas no conoció límites, los supuestos hombres santos celebraron la gran matanza, como el carnero que es llevado al sacrificio, resulta hipócrita escucharlos hablar de amor, cuando ellos mismos alzan sus manos contra su prójimo, el control total del ser humano va más allá de su existencia o pensamiento, se trata de transgredir más allá de su capacidad de entendimiento, cuando los enamorados caminan por los campos Elíseos, se toman de las manos y piensan en sueños románticos de obtusas consecuencias, lo que yo veo, es la sangre derramada, no de protestantes religiosos, ni de personas allegadas a los poderes políticos y fácticos en las religiones o grupos políticos, yo veo la sangre de miles de seres humanos, que fueron vilmente asesinados, en nombre de la apostasía, de la hipocresía, la matanza de San Bartolomé se ha olvidado, nadie recuerda como la maldad del ser humano subió desde el infierno de sus propias mentes, para matar y asesinar a su prójimo, ellos dirán, el que esté libre de pecado que lance la primera piedra, pero yo contestare, hasta las piedras a ustedes les señalaran por siempre...