martes, 28 de mayo de 2019

TRANQUILITY SHORE


TRANQUILITY SHORE
Me he despertado como todas las mañanas, pero no sé qué ha pasado, no sé qué sucede, solo sé que tengo el presentimiento de que algo muy malo a ocurrido, la casa está abandonada, no escucho a nadie, de hecho he estado abriendo puertas, no hay nadie, estoy solo, me pongo algo de ropa y salgo a la calle, las calles que tanto me dan asco, las que se llenan de vendedores de narcóticos y de prostitutas, están vacías, solo ha hay neblina, todo está cubierto por neblina, apenas puedo ver, doy pasos y acelero, pero no veo a nadie, las calles están vacías, no hay ruidos de carros, ni motores, ni perros, tampoco aves o personas, estoy solo, ¿que a pasado?, a dónde ha ido todo el mundo, caminó hasta la tienda de conveniencia, es el 24/7, está cerrado, las ventanas tapizadas, en la entrada hay un gran letrero, no es muy halagador, en este escribieron, bienvenidos al infierno.
Corro de regreso, ¿a dónde?, a casa, al menos allí estaré seguro, recorro las calles intentando regresar y llegó a la puerta del cancel, al entrar lo escuchó, un extraño sonido, algo gutural o metálico, no sé cómo describirlo, pero un sonido nada humano, cierro el cancel con la endeble cerradura y regreso a mi casa, mi cuarto, me encierro y veo desde la ventana, la neblina cae sobre nosotros y presiento que algo me observa, de pronto un sonido me asusta, me saca de mis ideas y mis pensamientos, es el teléfono celular, lo tomo y desbloqueo la pantalla, en este hay notificaciones de aplicaciones que no recuerdo nunca haber tenido, la radio se enciende, una de las aplicaciones informa que hay demasiado magnetismo en la zona, la brújula enloqueció, el GPS también, retrocedí, parecía que marcaba algo, pero también afuera en la neblina se podía ver algo, la radio enloquece, entonces miro frente a mí, no doy crédito a mis palabras, detrás de la ventana hay un hombre, me mira con curiosidad y me sonríe, tiene traje negro, lleva en la mano un sombrero, me mira con diversión, sus ojos negros profundos me llenan de miedo y terror, su cabeza explota, formando decenas de tentáculos los cuales chapotean y pegan de un lado a otro, algunos se acercan a la ventana, retrocedo y caigo al suelo, de pronto los tentáculos regresan a su lugar, la cabeza está intacta, blanca, calva, el hombre se pone de nuevo su sombrero y lentamente camina y se marcha dejándome en completo terror, el celular por fin cesa el ruido, dejándome en la penumbra y soledad.