El arte

Todo arte consiste en la profanación del ser era creado dicha obra, no se puede desligar la obra, el autor, de la trágica línea de sucesos que conlleva a la creación del arte, cada simétrica y asimétrica sustancia del arte no es potencia ninguna a la percepción inicua de quien lo ve, no lee o escucha, quienes han observado el arte denigran el ser más profundo de quien realiza la obra, por lo tanto la profanación se lleva a cabo por violación al ser cuya presencia se inmola para dar cabo al arte como lo que es, nos guste o no el arte, el artista o la obra, no se puede desligar de su total enfermismo humano, por tanto quien se atreve a escribir o corregir, diluir, entrever sus propias ideas utilizando las obras de arte es un perverso que viola sin la más mínima conciencia de la destrucción propia del arte, no puede haber arte continuo, cada pieza independientemente de si misma no debe tener comparación, secuela o preecuela, por lo tanto quien se atreve a erigirse como nuevo artista de una obra, pretende destruir la magnificencia que le ha dado su propio creador, sólo este puede relacionar uno con otra, sólo si en dicha mente existe cavida a la idea de un antes o un después del arte no se puede juzgar pues el alma del artista es quien desea evocar sueños nítidos en su obras que nos haga pensar en un antes y un después, por lo tanto no hay obras parecidas ni semejantes, simplemente existen obras superiores e inferiores, artistas y pseudo artistas, el artista siempre será aquel que abra los caminos ya trasados en la concepción de las artes, el pseudo artista es aquel que se limita a sí mismo observando y haciendo mímica de un arte que jamás comprenderá, en el desarrollo emocional, físico, mental y espiritual del ser humano permanece la evolución de ser un artista o un pseudo artista, con esto no se quiere dar a entender que no haya quien se inspire de una obra para hacer una nueva, el pseudo artista se interesara en una sola obra cual obsesión repulsiva y malsana, no así el artista que dará vida a mil y un obras que le han inspirado el alma a realizar una obra más allá de su propia capacidad, engrandeciendo siempre a quienes le abrieron el camino, dejando el paso libre a los nuevos que se instruya en su propia obra, quien se atreve a cuestionar el arte cuestiona el alma, la cual se ve reflejada en el mismo arte, no se puede ni se podrá suplantar el alma en el arte, a un se ha borrado el artista, su alma vagara en sus obras, cual eterna inmolación del ser, anónimo arte es aquel que perdura más allá de una existencia, dando cabida a la eternización de un alma vagabunda, solitaria pero jamás en pena, así como hay arte que será bien vista por su nombre mas no por su creador pues carece de un alma real, cada arte es una búsqueda y una pérdida de quien la construye, erige y potencializa, siendo su creador el que sufre la pérdida de una parte de sí mismo para la realización de una nueva obra, todo arte es materia viva, que prevalece pese a la impotencia del tiempo y espacio denigrando las líneas absurdas del autoritarismo enajenado de quienes osan criticar un arte que no podría jamás concebir.