Wampyr 5

Mi temor mas grande, es la oscuridad, pero sabes, no es esa oscuridad cuando apagas las luces, si no otra oscuridad, una mas potente y poderosa, una que comienza mas  allá de la mente, mas allá del alma y que corroe el espíritu.

Cristina despierta en su cama, permanece bellamente vestida en su ropa de noche, deambula por la soledad de esa casa enorme y vieja que la ha visto crecer, bajo el

influjo de la luna llena, permanece su madre, vestida también con sus ropas de dormir, sus cuerpos hermosos se acercan, cristina es envuelta por los brazos de su

madre, esta le acaricia el pelo, con lentitud la lleva de la mano a su cuarto, la acuesta en su cama y la arropa, cristina tiene tantas preguntas, tantas sensaciones,

pero Alexandra su madre la recuesta y la pone a dormir; .-mi princesita-.
Dijo Alexandra, Vincent entra por la puerta, con lentitud se acerca y le acaricia el pelo; .-

vamos que tu padre nos espera-.
Ordena Alexandra y ambos entran al jardín donde la cofradía de los vampiros los espera...
La presencia de un vampiro siempre a trae a

otro vampiro, mas sin cazadores solitarios, juan la ha seguido durante días, es una niña de aparentes trece anos, se viste y arregla como cualquier otra jovencita de

esa edad, se une a las fiestas de jóvenes de esa edad donde se alimenta con ternura de uno o varios jóvenes, cosa extraña, no los mata, pero si se alimenta y bastante,

dependiendo del grado de la fiesta llega a beber hasta 50 litros de sangre por noche, pero no se alimenta diario, solo cuando esta desesperada, esta noche ella camina

por las calles solitarias, ella seria una victima de cualquier acechador nocturno en otras circunstancias, si no fuera ella la cazadora, ella se detiene se gira y le

ve a la distancia saluda con extraña gentileza;
-hola señor vampiro acosador-
Juan deja de fingir se acerca con tranquilidad y premura;
-ya era hora que dieras la cara,

acaso te envió la cofradía a matarme?-
Juan le ve en verdad pasaría por una niña;
-no, mi nombre es juan y estoy solo-
La niña se pone coqueta;
-quieres compañía de

calidad?-
Juan se aparta;
-solo eres una perra lasciva-
La niña frunce el seno, se molesta y espeta;
-cuida tus palabras bravucón-
Ambos se miran como bestias estudiándose;
-te ves guapo cuando te enojas-
Juan la observo;

-si no quieres compañía entonces por que me seguías?-
Cuestiono la niña regresando a la coquetería;
-me sorprende que poseas un cuerpo tan juvenil-
La niña rió;
-si tal vez, pero soy vieja en esto, tengo al menos 50 anos de existencia-
Ambos se vieron uno a uno;
-las mujerzuelas poseen siempre compañía, incluso las de escala menor como la que finjo ser-
Juan le observo como quien ve aun chacal;
-te diré que, olvidemos este mal inicio y vayamos a cenar-
Juan la ve, pero ella se cuelga de su brazo y jala llevándoselo.
Juan ve como el taquero dora la carne de los tacos, el olor a sangre es delicioso, un ser humano jamas comprendería el verdadero sabor de las cosas, pero solo ellos pueden descifrar esos sabores, juan ve a su nueva amiga, esta sonríe y dice;
-no te gustan los tacos?, ya veo pensaste en otra cosa-
Juan sonríe y contesta;
-el olor a sangre, el olor de la putrefacción de la carne envuelta de condimentos, como no iba a gustarme-
Ella sonrío;
-como te llamas?- Cuestiono juan; -mi verdadero nombre no lo se, jamas lo supe, desperté en mi tumba junto al cadáver de una mujer que supongo era mi madre, la tumba no posee nombre alguno, pero tome el nombre de la tumba de al lado, Nadia- Juan sonríe; -yo soy juan- Nadia sonríe; -mucho gusto juan- El taquero les llevo sus platos, ellos los aderezaron con salsas a su gusto y comieron; -leí hace poco un libro de vampiros, uno de ellos decía que comer esto era como comer tierra, se nota que lo escribió un ser insulso de la creación y no un vampiro- Juan sonrió y dijo; -hasta la tierra tiene su propio sabor y delicia- Ambos rieron, una camioneta de varios jóvenes se detuvo frente al puesto de tacos, varios jóvenes bajaron, juan sintió el leve olor del miedo en el taquero; -buenas noches- Dijo uno de los jóvenes, se acerco al puesto, hizo rugir su garganta y escupió la carne; -que te pasa animal?-
Cuestiono el taquero entre el miedo y el coraje;
-ya supimos que nos puso el dedo con la policía-
El taquero retrocedió mientras el joven destruía el puesto, uno de los jóvenes voltea las mesas de los clientes entre estas la de juan y Nadia;
-le vamos a ensenar a no meterse con el barrio-
Dijo el cabecilla, un grito agudo rompió la tensión, quien había volteado las mesas permanecía en el suelo, su brazo estaba en una pocision antinatural, juan les veía atraves de sus ojos cafés que parecían expulsar fuego;
-quien te has creído?-
Dijo el cabecilla de los pandilleros;
-el es policía!-
Espeto Nadia, la tensión cresio, a lo lejos sonó una patrulla de policía, los jóvenes regresaron a su camioneta espetando injurias contra juan y el taquero, juan les vio marcharse, saco su billetera y dijo;
-cuanto perdió esta noche?-
El taquero entre el miedo y la sorpresa no contesto, pero recibió 1000 pesos de juan, este camino por la calle y Nadia le siguió, el taquero
Nadia vio a juan, a su alrededor crecía cierto aire de poder y furia, juan cerro los ojos y los llamo, de la inmensa noche brotaron decenas de murciélagos, todos furiosos, Nadia sorprendida vio atenta, envuelto entre ellos juan se arrojo a la cacería.
Los jóvenes en algún lugar oscuro de su barrio fumaban marihuana, a quien le habían roto el brazo lo habían dejado en su casa, mientras fumaban vieron la densa oscuridad conformada de murciélagos, solo uno de ellos alcanzo a gritar, uno a uno eran mordidos por los murciélagos, los mas afortunados corren con cortadas y mordidas de gran profundidad, Nadia ríe como nunca y se alimenta hasta el cansancio, pero juan esta ocupado, golpea y patea el cuerpo de aquel insolente, sin darse cuenta que su primer golpe le destruyo el costillar y ya esta muerto, en su furia ciega ve un árbol de gran tamaño, una parota, juan lo escala con agilidad de reptil y cuelga el cadáver, juan desciende, no tiene hambre, pero si sed de venganza, Nadia deja el ultimo cadáver, juan ruge cual dragón desde su templo, los vecinos tienen miedo, nadie sale, Nadia toma del brazo a juan y se lo lleva, pero este parece en un estado de furia absoluta.