lunes, 20 de febrero de 2012

Edward Traveler 4

Albert Williamson, Tobias McBrite y Naomi Jackson lo sabían, su tiempo había llegado, la policía los perseguía, pero Naomi y Tobias habían vista algo perseguirles, algo extraño y misterioso, incluso siniestro, pero ninguno tiene ganas de cuestionar que era aquello, llegan a un cuarto que sirve de bodega a quienes cuidan el parque, tienen miedo; -el ya viene- Dijo Tobias; -atraves de los suenos flotando y sonando- Completo Naomi tobias y ella se se vieron uno a otro; -callense!-
Ordeno Albert;
-no quiero morir!-
Suplico Naomi;
-yo tampoco quería morir-
Dijo la voz de Edward Macherato, el cual permanecía parado frente a ella;
-no!-
Grito Naomi, Edward paso su mano sobre el cabello de ella, ella dejo de llorar y le vio atenta;
-perdoname!-
Dijo suplicante;
-lo hecho ya no puedes remediarlo, solo basta con ver al futuro y procurar no cometer los errores en el futuro-
Naomi sintió un frió horrible emanar de el;
-lo juro!-
Susurro, aunque en realidad fue un grito que se perdía en la oscuridad.
Tobias permanecía parado en la mitad de un desierto, no había nada allí, no había dunas, ni montanas, solo el y la arena;
-este era mi mundo sabes, aquí es donde siempre he estado-
Dijo Tobias, de su sombra brota una silueta misteriosa tornándose en un ser amorfo;
-con Albert conocí un mundo desconocido, pero el me utilizaba, siempre fui débil y se aprovechaba de eso-
La sombra se torna enorme y cubre el cielo y la tierra;
-solo quiero que sepas que de en verdad lo siento!-
El cuerpo de Tobias se torna piedra, los vientos soplan con furia y el se convierte en polvo que arrastra el aire, su conciencia misma se desvanece esparciéndose en un espacio vació y eterno como cualquier segundo cualquiera.
Emilie Paterson ve con atención a Naomi, en otro cuarto permanece Tobias con Chuck, lo que cuentan esos jóvenes parece irreal, mas sin embargo....; -cuéntame sobre Albert- Dice Emilie, Naomi suspira; -el tipo jamas se abría arrepentido de nada por eso vio lo vio...-
Tobias fumas del cigarro como si allí tomase oxigeno, desesperado por como si el alquitrán le diera ánimos para vivir;
-pero que vio el?- Cuestiona Chuck, su robusta pansa choca con la mesa, un vació paquete de papas fritas truena al cerrar su puno; -el vio su infierno- Contesto Naomi, Emilie sale del cuarto, detrás del vidrio de protección permanece Chuck y el capitán de policía Edmond Sullivan; -a estos dos los quiero en el manicomio antes del amanecer- Chuck frunce el seno; -son asesinos confesos, merecen prisión!-
Exige Chuck;
-como vas a venderle esto al jurado?, un abogado nos destruiría el caso con solo mencionar al tipo alado-
Emilie se molesta;
-aquello era real!- Edmond Sullivan suspira hondo; -no dije que no lo fuese....-
El silencio hace mella en ellos;
-consigan algo mas para mandarlos directos al manicomio-
Ordena Edmond Sullivan y sale de allí, Chuck y Emilie le van en silencio, Chuck apostaría su placa a que va a beberse una copa de whisky en su oficina;
-como sucedió lo de Albert?-
Tobias enciende un nuevo cigarro;
-el le mostró su mas grande temor-
Dijo Naomi;
-seguramente se trataba de su padre, si algo temía Albert era a su viejo-
Dijo Tobias, Chuck le ofrece un refresco de cola, el joven lo toma y bebe de el como si no hubiese bebido uno en anos;
-no recuerdo nada, pareció que estaba dormida, pero no lo estaba, escuchaba todo, pero no podía despertarme....-
Dice Naomi, bebe un poco de te de manzanilla;
-pero gritaba como si lo estuviesen matando-
Dijo Tobias bebiendo el ultimo trago de su refresco de cola, el cual se había alargado como el infinito, bastante corto...
Tobias y Naomi estaban desmayados, al menos eso parecía, Albert sostenía contra su pecho el revolver, nada se dijo podría asustarlo;
-Albert-
Susurro una voz, Albert se giro lentamente, uno de los armarios cerrados, el marco de la puerta resplandecía con una luz rojiza parpadeante, la puerta lentamente se abrió, Albert Sullivan alzo el revolver y apunto....
Y allí estaba el garaje de la casa Williams, limpio y ordenado, tal y como lo había arreglado Albert al morir su viejo, no le gustaba ver sucio su garaje al viejo, Albert sabia de eso, de los buenos golpes que daba, cierta ocasión le dio una patada voladora, si, una real, Chuck Norris se abría sonrojado y Bruce Lee abría aplaudido, todo por irse a beber unas cervezas antes que arreglar el (puto) garaje, Tobias a veses iba a buscarle, llegaba en su moto scooter bastante afeminada, decía Albert, pero mas de una ocasión esta les había salvado el pellejo, con la escusa de arreglarla y revisarla, Albert obligaba a Tobias a ayudarle a limpiar el garaje, las llaves, las pinzas, los desarmadores, la pulidora, todo tenia un lugar especifico;

-Albert-

Todo, tenia su lugar, la podadora, las brochas, el martillo;

-Albert- Albert giro su vista al vehículo negro cubierto por una lona, un chrisler viejo pero hermoso de los cincuenta que ni su madre podría tocar, menos ahora que su padre estaba muerto;

-has sido un niño malo Albert?-
Debajo del carro, una plancha móvil se deslizo ensenando las botas de cuero negro de un hombre;
-no!-
Grito Albert asustado como un niño;
-acaso no te he educado bien Albert?-
La plancha se volvió a deslizar mostrando la cintura de ese hombre;
-papa?-
La plancha al fin salio, un ser putrefacto, entre escoriaciones y pútridas llagas broto furioso, llevando consigo la cruz para las tuercas de las llantas, así como la remachadora, sus intenciones eran tan sombrías como impredecibles;
-no!!!-
El grito rompió la noche, Emilie y Chuck corrieron como nunca se lo imaginaron;
-la bodega!-
Advirtió Chuck;
-que es eso?-
Una explosión de luz carmesí proveniente de la bodega los hizo detenerse;
-que diablos?....-
Dijo Chuck, la luz se volvió un rayo de luz uniforme, una luz roja disparada hacia el cielo, acto seguido el silencio y la oscuridad regresaron, con cuidado se acercaron a la puerta, Chuck vio a Emilie y con una sena le cuestiono si ya estaba lista, Emilie contesto afirmativamente, Chuck pateo la puerta, su revolver apunto al interior a una misteriosa silueta, un puñado de mariposas nocturnas huyeron de la puerta, Emilie apunto al interior,Chuck patea la puerta, mira una silueta en interior y apunta su arma, Emilie apunta también al interior, una explosión de mariposas nocturnas salen expulsadas de la puerta, adentro solo permanecen unos jóvenes, Naomi llora sin prestar atención a los oficiales, Tobias mira el vació, permanece triste y asustado, en el suelo permanece Albert Williams con las piernas rotas y brazos dislocados, su cuerpo fue remachado en el suelo, solo basta pedir refuerzos y llamar a la ambulancia y todo acabaría rápido...
Edmond Sullivan bebe de su cantimplora por ultima vez, ese es el trago mas amargo, el del valor, el que te hará ver al publico a los ojos y evitara que te rompas como cristal, vamos nena enciende mi fuego, canta Jimm Morrison en la radio, Edmond sale del vehículo, se dirige a la puerta y abre.
Su esposa lo ve llegar, sabe que esta ebrio, sabe que discutirán por la cena que se enfrió sin que el estuviera allí, pero hoy, hay algo mas, Edmond se acerca a su hija, ella escucha con sus audífonos el walkman que el tanto odia, un día la dejaran sorda, le ha dicho, ella lava los platos, el audio casete gira sin para, lento a diferencia de la música que emite, Edmond le quita los audífonos, Susan se gira y lo ve, sonríe entre la sorpresa y el nerviosismo; -los tenemos- Dice secamente a su hija, la cual no comprende; -tenemos a los asesinos de Edward y su hermana- Susan tapa su boca y ahoga un grito de felicidad, abrasa a su padre, ambos lloran, lloran sin saber por que, Susan no puede decir que se ha hecho justicia, pero celebra sin saber que celebra exactamente, afuera de su casa, Edward Traveler se despide de ella, alza sus alas y vuela al firmamento vació como ave libre, sonando, siempre sonando cosas mas allá a la comprensión mortal...

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