lunes, 19 de diciembre de 2011

Rosaura 8

Aquello daba miedo, no era el desorden de la habitación, no lo era tampoco la suciedad, a veses alguna rata pasaba por allí recorriendo los rincones, no, eso no era lo perturbador, lo perturbador era ver el muro cientos, tal ves miles de imagenes de mujeres, algunas posando desnudas para revistas de caballeros, otras eran impresiones de paginas pornográficas se Internet, ante tales excesos de pornografía sobre un muro, pero había algo mas, en un cajón había revistas de armas de fuego, automáticas, semi, rifles, rifles de asalto, pero si uno quería sentir escalofríos había que ver su colección de cuchillos, colocados en una vitrina, perfectamente se podían ver los cuchillos de hoja larga, corta, pero aquello era la punta del iceberg, para el maestro de las marionetas nesesitaba primero lo primero, modelos de lo que quería realisar, por lo que se la pasaba algún tiempo buscando ideas para realisar sus muñecas, hasta que por fin encontraba alguna buena idea, y se dedicaba a conseguir maniquí, algún hombre, mujer o niño que sirviese, se las ingeniaba para tenerlos, ya fuera que secuestrarlos o matarlos, esta vez le habían pedido algo especial, usar sus mejores marionetas, el titiretero tomo una muñeca que alguna ves fue una niña de cinco anos, se prepara pronto iniciara la diversión.
Mientras avanzan por la ciudad rosaura escucha algo siguiéndolos, no mires atrás, ordena seth, rosaura asiente, una voz grita su nombre, de quien es esa voz, cuestiono serh, de mi marido, seth pregunta, donde esta el?, rosaura contesto, murió hace dos meses, seth sonríe, haste a la idea de que no es el, rosaura ven, te necesito!, dijo la voz, seth la vio, no es el, aquí esta nuestra hija, rosaura se detuvo, vio a seth, este suspiro, se giro y con un cuchillo apuñalo a algo, rosaura no se atrevió a girar su vista, algo luchaba contra setn, el ser gruño y callo muerto, un charco de sangre se expandió por el suelo, seth se acerco y le dijo, ni se te ocurra voltear a ver, rosaura asintió y prosiguieron ambos el camino a la torre negra.

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