miércoles, 4 de diciembre de 2013

Real del Oro capitulo final


Carmen observo la entrada de la mina, abierta como una entrada hacia los abismos, como el hocico de un lobo abierto, el aire que salía de aquella cueva era asquerosamente irrespirable, Daniel observaba atento, ninguno de los dos tenía ganas de entrar, pero tenían la sensación de que no era necesario, ambos esperaban que sus demonios salieran corriendo de allí, no obstante no pasaba nada de eso, simplemente había un silbido producido por el aire que al chocar con las paredes interno de la mina producían la sensación nefasta de que algo duro de esa cueva les estaba esperando, no era quizás la sensación de miedo la que los tenía al borde de un colapso nervioso, se trataba única y exclusivamente enfrentar a sus demonios internos, los cuales se arrastran muy por dentro de tu conciencia, esperando algún día poder salir y caminar a tu lado, a todo esto, se le unia la sensación de que la muerte estaba próxima, hacía mucho tiempo que ninguno de ellos había sentido esa sensación y quizás sería la única vez que lo sentirían, al igual que el amor y todas sus ridiculeces, el horror más profundo rara vez se conoce, llevando los sentidos al grado del desquebrajamiento de la columna vertebral de lo que se considera una realidad absoluta y abstracta, enseñando facetas monstruosas y casi indescriptibles, no se trata del miedo, se trata de enfrentar a los demonios, a los demonios internos, los cuales según dicen son mucho peores que los demonios que andan sueltos por el mundo;

-carmen hay algo halla abajo-

Dijo Daniel que observaba aquel endemoniado agujero;

-lo se, también puedo sentirlo, es como si nos observase-

Desde dentro de las cavernas, un ser comenzó a subir en busca de alimento, este ser amorfo había reptado por mucho tiempo en busca de alimento, sin embargo hay veces en los que se le antoja salir por alimentos frescos, carne y huesos, aunque ese no es su alimento especial, hay veces que se le antojó un bocadillo, mira el agujero por el cual entra el aire fresco, preparándose para alimentarse;

-carmen-

Dijo una voz, el joven camino afuera de esas cueva, carmen lo observó con atención;

-por fin viniste a mi-

Carmen tembló de miedo;

-no es real-

Advirtió Daniel;

-oye Daniel, vamos a golpear a ese gordo cara de culo-

Dijo una voz dentro de la cueva, salió una silueta y observo atento a Daniel, éste era o fue uno de los amigos de Daniel en su juventud;

-Miguel,¿eres tú?-

Carmen observó a Daniel, Daniel sintió un escalofrío y observó con atención a carmen, ambos tenían miedo, aquello era imposible, atrás de ellos, una luz resplandeciente aparecio, como en los cuentos de antaño, en los que aparece un ser fantástico cubierto de luz pura, blanca y brillante, porque así se suponía que debía ser, así se suponía debía de haber sido, un helicóptero sobrevoló el cielo, acto seguido se escuchó un fuerte sonido comparado al de una explosión, una persona corrió y se colocó frente a ellos y disparó un rifle de asalto, otro dos militares aparecieron y jalaron a carmen y a Daniel, sacándolos de aquella escena, los militares retrocedieron, carmen y Daniel vieron algo aterrados, donde habían visto a seres de su pasado, permanecía una especie de insecto gigante, con ojos luminosos, muy parecido a los grillos, mas sin embargo no poseía patas, sino más bien una especie de membranas con las cuales se arrastraba, los militares disparaban armas  de gruesos calibres, en especial el helicóptero el cual disparaba una ametralladora de mazorca, un par de tanquetas disparaban ametralladoras de calibres 50 mm, para carmen y Daniel todo aquello era confusión, sin embargo ninguno de los dos se sintió desprotegido, un hombre vestido de negro se acercó a ellos les observó atento, vestía una gabardina negra y tenía pelo largo, no les dijo una palabra, simplemente se dedicó a observar que estuviesen en buen estado de salud, después de varios minutos de refriega, el ser al fin cayó muerto, por lo que procedieron a colocar explosivos a través de un lanza minas, para después detonarlos para así abrir a este ser, el helicóptero y las tanquetas dispararon de nuevo, el ser lanzo un chillido de muerte, en el que carmen escuchó a su alguna vez novio gritar lleno de terror, el hombre vestido de negro le puso las manos en la cabeza pareciendo que le daba un masaje, carmen dejo de escuchar aquel ruido infernal, una joven vestida con traje militar le dijo a este;

-se ha procedido a destruir los nueve corazones-

Este hombre contestó;

-traígan los equipos de limpieza, procedan según los planes-

La joven se retiró y dijo algunas palabras inaudibles a un militar de alto rango, pero al parecer bajo las órdenes de aquel misterioso hombre de negro, momentos después fueron llevados a un vehículo, un Honda civic no muy nuevo, el hombre les ofreció un cigarro a cada uno y ellos lo aceptaron sin chistar;

-¿qué sucedió aquí?-

El hombre de negro contestó con una sonrisa;

-podría decirte varias cosas, las cuales ninguna entenderías, sólo guarda silencio no tienes nada que comprender-

Así fue como en varios minutos terminó todo, arribaron varios camiones de carga del ejército, así como dos trailers, uno de estos permanecía vacío, otro parecía ser usado como centro de operaciones de aquellos militares, la joven militar se acercó al hombre de negro y hablaron, para después juntos subir al carro, carmen y Daniel vieron cómo el carro encendía y eran llevados a un nuevo lugar;

-¿a dónde nos lleva?-

Preguntó Daniel;
 
-a puerto Vallarta, los dejare en un hotel, allí podrán ustedes marcharse o hacer lo que quieran-

Daniel cuestionó;

-¿pero qué ha sido eso?, ¿fue real?-

La joven y el hombre de negro rieron;

-te podría decir mil cosas, lo que fue, lo que no fue, al pero al fin de cuentas simplemente fue lo que tú quisiste que fuese, cuando te deje en el hotel, podrás ir corriendo a los noticieros, a los periódicos, pero nadie me va creer su historia, simplemente olvidalo, escribe un libro o has algo productivo de tu vida-

En la entrada a puerto Vallarta, en el hotel cristal los dejaron, el vehículo arrancó y se marchó sin decir nada, mientras carmen y Daniel se veían uno a otro sin entender nada.



Seis meses después

Carmen acariciaba su panza de embarazada, esperaba atenta la llegada de Daniel, no había ido trabajar en una semana debido a los constantes mareos por el embarazo, Daniel por fin llegó, entró con una sonrisa mientras sostenía un libro, ella sonrió, le abrazó y besó y ambos vieron el libro recién publicado;

-el demonio de la mina, es un nombre poco original-

Daniel río;

-quizá, pero mucha gente lo ha leído y les encantó-

Carmen sonrió;

-espero que con esto cierre el círculo-

Daniel sonrió;

-aquí termina esta pesadilla-

Carmen leyó un párrafo del texto;

-a través de la obscuridad, se que estás allí para mí, esperándome, protegiendome, a través de la oscuridad tú estás ahí, pero cierras los ojos y me abandonas, porque sabes que es lo mejor, tú y yo sabemos que algún día nos encontraremos, en otro lugar, en otro tiempo, pero lejos del oscuridad, sólo me resta sonreír y nunca más volver a ver tu silueta a través de la oscuridad...

Carmen sonrió, Daniel fue la cocina a prepararse de cenar, carmen observó a través de la ventana de su apartamento a un hombre vestido de negro, con una gabardina que observa fijamente hacia su ventana, el hombre fumaba tranquilamente mientras esbozaba una sonrisa, entonces carmen lo supo, todo había terminado, el hombre subió a su vehículo, un Honda civic, para perderse en la ciudad y nunca más volver a verle...

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