Real del Oro 8

En la mente como en el alma hay puertas, algunas, es mejor dejarlas cerradas...

La pesadilla prosigue, piensa Carmen, mientras ve la nueva habitación, es la misma habitación donde, años atrás su novio se suicido, incluso, la cuerda cuelga desde el techo, ella poco a poco se da cuenta que no había pensado en ello en al menos 5 años, es fácil olvidar lo que duele, muy profundo, esto le hace pensar a Carmen, pero como se puede pensar ante el maloliente cuarto donde una cuerda cuelga en medio de este, ella trata de hacer memoria, recordar esos momentos, pero no logra mas que visualizar una extraña silueta colgada con el cuello roto, que la observa con atención con ojos cristalinos congelados en el ultimo momento de vida, de pronto estos se giran en su dirección, ella se petrifica, siente algo sobre su estomago, es frio y duro, es la sensación del terror puro;

-nadie tiene la vida comprada-

dijo el cadáver;

-lo que ves hoy mañana es solo un puñado de huesos y polvo, no hay belleza, no hay inteligencia, ni hay dolor, solo hay eso, la sensación de lo que se fue y no volverá...-

ella se aleja, debe alejarse, huir si es necesario;

-si, como siempre huyes...-

dice la voz del cadáver putrefacto, ella por fin empieza a recordar;

-no huy, no pude llegar...-

el cadáver le ve;

-si hubieses estado aquí, todo habría sido distinto...-

Carmen se da cuenta, su estomago deja la sensación del frio por el de fuego, fuego ardiendo en sus entrañas;

-perdóname-

alcanza a decir antes de escupir fuego de sus entrañas, si fuego, pero lo que brota es un liquido espeso, brumoso y verde, es difícil vomitar y mas cuando no has comido nada, una ves que termina de vomitar, abre los ojos bien, la soga permanece en su lugar, colgada e inamovible, no hay cadáver ni nada, es solo tu imaginación tan corrompida como tu cuerpo que no ha comido nada, te das cuenta que quizás estas en terreno de las alucinaciones tu psique se esta desquebrajando a pedazos como un vidrio roto, quizás, pero las alucinaciones son fantasías, levántate, recuerda que de tus amigos tu no ves películas de terror, no por que te asusten, si no por que tu conoces el verdadero terror, por lo que ese terror deja como películas infantiles a esas películas, pero tu sabes que escuchar voces, deambular en pueblos olvidados y misteriosos, llenos de fantasmas del pasado, esos que no quieres ver de nuevo a los ojos, algunos de ellos, los abandonaste hace mucho tiempo...

-yo, te abandone...-

Carmen al fin recuerda, ella prometió llegar esa noche, pero no llego, fue entonces que sucedió la tragedia;

-todos flotan, todos flotan...-

dicen un payaso de cara blanca y nariz roja a un niño, el niño sonríe y estira la mano para coger un globo;

-eso no es cierto, nadie flota, antes que eso te hundes...-

dice Carmen rompiendo la televisión con el hacha, que misteriosamente se prendió sola , se dirige a la puerta y abre, solo para ver a una mujer llevando de la mano a su hijo...