lunes, 10 de diciembre de 2012

La Mina en Ixtapa


En los terrenos baldíos que pertenecen al viejo pueblo de Ixtapa, permanecen casas viejas derruidas por el tiempo, ninguna de estas casas tienen valor histórico real, son casas viejas allanadas por el tiempo, las cuales ascienden por la vieja Colina que lleva a la vieja mina de sal, la mayoría de estos terrenos, permanecen llenos de espesura que se alza y desciende según la ondanada de la Colina llevando hasta lo que era el viejo elevador por el cual descendían los hombres, la espesura silvestre hace a la imaginación imaginar las cosas más fantásticas y sobrenaturales donde a las horas nocturnas se escuchan ruidos semejantes a los antiguos trenes de vapor que alguna vez llegaron hasta la Colina para llevar su cargamento preciado hasta la capital en Guadalajara,

La mirada sombría de Gregorio Méndez observa con atención cómo el pueblo ha desaparecido para convertirse en parte de lo que es el nuevo pueblo, sin embargo es el último habitante de los hogares originales de este pueblo, quien haya hablado alguna vez con él, se dará cuenta de su probable locura, aunque tiene atisbos de cordura y una excelente memoria, posee una imaginación estrafalaria llena de cosas misteriosas y sombras nocturnas de sus memorias más nefastas, aunque pocos recuerdan los sucesos más trágicos de esa mina, el los recuerda con claridad, pero con extrañas anécdotas capaces de sorprender a cualquiera.

La mina fundada en 1845 por personas extranjeras de apellido Williams, lograron hacer una pequeña fortuna a través de la excavación en busca de sal, mas sin embargo, el pueblo de Ixtapa no veía con malos ojos a estos extranjeros que al invertir dinero creaban fuentes de trabajo, un poco mejor que los trabajos en las haciendas con capataces y dueños bastante crueles, no muy lejos de la mina permanecen extraños vestigios del tiempo, formaciones pequeñas de pirámides misteriosas cuyo significado es desconocido por la mayoría de los pobladores de Ixtapa, muy pocos se atreven siquiera a pisar aquellos terrenos inhóspitos y malditos los cuales se dice sirven de centros de adoración para satanistas y otras clases de cosas poco agradables, mas sin embargo, más allá de lo que cuenten las lenguas falsas, existen verdaderos vestigios de extraños horrores sobre aquellas extrañas pirámides, que incluso a la cercanía parecen simples pequeños conjuntos de piedras.

La imaginación volátil de las personas las hace pensar en las más estrafalarias historias y relatos, que algunas abuelas y ancianos cuentan a sus hijos antes de dormir, mas sin embargo, Gregorio Méndez mientras fuma una vieja pipa y se mece lentamente en la mecedora observa con atención cómo el viejo pueblo es consumido por el polvo y la maleza que no dejan de crecer, más de alguna ocasión algún topógrafo, ingeniero o arquitecto han llegado para realizar y planear algún desarrollo inmobiliario, mas sin embargo, al poco tiempo de iniciarse los trabajos, misteriosamente las personas abandonan el lugar y los ingenieros abandonan cualquier proyecto, Gregorio a veces si se encuentra de buen humor muestra las marcas de los topógrafos incluso algún camper de las constructoras que al retirarse abandonaron todo, incluso un tractor viejo permanece escondido entre la maleza, formando parte de un aura misteriosa que aumenta y exacerba la imaginación de quien observa la imagen.

Como ya he dicho la imaginación de las personas vuela poderosamente cuando es testigo de una imagen tan curiosa e impresionante, mas sin embargo hay que distinguir los hechos misteriosos reales de los ficticios, a esto me refiero de que si bien mucha gente por sólo ver la imagen de este lugar tiene miedo, los hechos que observe durante mi estancia accidental en este lugar fueron de lo más extraño, y fuera de toda lógica, todo permanece grabado en una videocámara cuyo contenido he borrado al llenarme de terror de tan sólo recordar las imágenes tan extrañas e impactantes que vieron mis ojos en aquel sitio, recuerdo claramente que sólo éramos un grupo de jóvenes estudiantes de paso por esos lugares misteriosos y sombríos, mis compañeros platicaban y reían mientras yo que era el más reservado disfrutaba cargando la videocámara grabando nuestros ocurrencias de jóvenes dispuestos a vivir la vida al máximo.
Recuerdo que cuando llegamos al pueblo, notamos la calidad y la buena voluntad de las personas que encontramos allí, y aunque nos hubiese sido fácil encontrar un lugar donde dormir, decidimos alejarnos del centro del pueblo y dirigirnos a la colina para tener una noche de campo, llevábamos entre nuestras cosas casa de campaña que nos hizo pensar que pasaríamos una noche tranquila y divertida alrededor de una fogata, comenzó todo cuando detuvimos el carro y decidimos instalarnos en uno de los solares que rodean la colina, un compañero encendió la fogata y comimos nuestras reservas ya aumentadas debido a las compras en el pueblo, una de nuestras compañeras se sintió terriblemente mal en el lugar y más de una ves nos pidió que regresáramos al pueblo, lamentablemente jamás le hicimos caso, por lo que proseguimos en nuestra aventura fantástica, sin darnos cuenta que éramos observados desde un principio por alguien.

La primera vez que vimos a Gregorio Méndez, nos asustó, cargaba una carabina 30 30 colgado en el hombro observando detenidamente nuestro improvisado campamento, si hubiésemos sido más inteligentes hubiésemos hecho caso a las advertencias de aquel anciano cuyo pelo crecía en un semicírculo sobre su cabeza, dejando un area totalmente calva, sus ojos cafés cristalinos y su piel pálida oscura pese a que nos dimos cuenta que no era ningún espectro nocturno, nos asustó debido a su forma silenciosa en la que se movía por entre la colina cargando la vieja carabina, sorprendidos escuchamos las advertencias del viejo, el cual nos advirtió que ese lugar de alguna forma estaba maldito.

Decidimos ignorarlo y concentrarnos en nuestras inmaduras pláticas y diversiones, llenando el ambiente al olor a cigarro y alcohol, mientras una grabadora antigua tocaba canciones de un disco compacto, haciendo la fiesta más amena, no recuerdo los motivos, ni el por qué, mas sin embargo recuerdo que de repente todos estábamos bailando alrededor del fuego divirtiéndonos, pero con un baile frenético y misterioso, cuyos pasos de baile de ninguna manera conocíamos anteriormente, incluso yo que me es raro bailar, me encontraba allí hipnotizado alrededor del fuego, en extrañas y misteriosas danzas arcaicas, donde la sensualidad o el ritmo pasaban a otro término, pues era el fuego el principal motor de aquel baile, mas sin embargo, lo verdaderamente monstruoso comenzó justo cuando la música termino.

Mientras bailábamos alrededor del fuego, embriagados y llenos de esa pasión juvenil, sin saber por qué lo hacíamos, la grabadora empezó a tener fallas, la mayoría pensamos que sólo se trataba de las baterías, pero todo terminó con un sonido agudo el cual reventó las bocinas, aquel ruido profano y monstruoso nos sorprendió a todos, más te puedo decir que nuestra expresión fue de terror y de sorpresa, una vez tranquilos al checar el aparato nos dimos cuenta que las pilas aún funcionaban sin embargo las bocinas habían reventado, por aquel ruido misterioso emanado de la misma.

Después de esto decidimos irnos a dormir, según lo planeado deberíamos de dormir en las casas de campaña en parejas, algunos hicieron parejas mixtas y otros formaron parejas del mismo sexo, mi compañero fue un estudiante de arquitectura el cual se le veía bastante cansado y con un semblante pálido, rápidamente él se durmió y no supo más, fue a los demás que permanecimos despiertos los que fuimos testigos de aquello que aún no tenemos respuesta lógica o un intento de explicación.

Ya pasada la medianoche, mientras los insectos y y sus ruidos nocturnos llenaban el ambiente, se inició aquello, pese a que la fogata estaba casi extinta, sin darnos cuenta esta había iniciado aprenderse cada vez más con más fuerza, fue cuando la llama alcanzó los 2 m de altura, cuando todos los presentes salimos de las casas de campaña para observar que sucedía, si bien había madera y otros objetos para que ardiera la flama, ésta ascendía más allá de lo que puede encenderse una fogata, sin tener suficiente madera u otro material inflamable para realizar aquel terrible fuego monstruoso, mientras todos observamos aquello fueel inicio de la locura.
Las casas de campaña rodeaban la fogata mientras que nosotros observábamos desde el interior con escepticismo y a la vez curiosidad, fue entonces que observamos una silueta pequeña y misteriosa la cual se acerco a la fogata y empezó a bailar de manera extraña y misteriosa, más que esto abominable, danzando de formas inhumanas debido sus contorsiones, aquello resultaba hipnótico o más allá de nuestra comprensión segada por la sorpresa, a esta silueta se le unieron más, todas alrededor del fuego bailando sin ningún orden, sin ningún ritmo, en una especie de caos arrítmico y monstruoso donde lo último que importaba era el baile, las sombras no eran objetos traslúcidos, sino objetos los cuales podían opacar la luz y crear sombra como cualquier objeto normal, aquello cada vez más misterioso terminó con la detonación de un arma de fuego.

Los seres comenzaron a lanzar chillidos horribles parecidos a lo que se había escuchado en la grabadora, aquellos se nos arrojaron y poco a poco llenos de terror salimos de allí corriendo despavoridos huyendo en diferentes direcciones por la colina, mientras que mi compañero de casa de campaña lo alcancé a escuchar gritar lleno de terror, sin embargo ninguno de nosotros se atrevió a dar la vuelta y regresar por él, nos separamos algunos individualmente y otros en grupos pequeños, casualmente yo terminé al lado de una compañera de la carrera de ingeniería multimedia.

Corrimos en dirección norte, o lo que yo creí que era el norte sin saber que dirigía a mi compañera hasta la mina, mientras corríamos ella pudo observar un viejo camper olvidado, decidimos dirigirnos allí para escondernos de aquello que habíamos visto antes, el camper por dentro permanecía abandonado y terriblemente dañado, había una mesa y muebles totalmente destruidos, casualmente encontré una linterna en funcionamiento, permanecimos allí por el lapso de media hora, hasta que por fin tuve el valor de salir y observar a los alrededores, fue entonces que sucedió algo misterioso y horrible a mi compañera.

Las cicatrices de su rostro han cerrado y apenas se alcanzan a distinguir las heridas, provocadas por lo que consideró fue una de las más horribles experiencias que yo haya presenciado, ella lanzó un grito aterrador y yo me dirigí al camper sólo para observarla frente al espejo que permanecía en una de las paredes, y dentro del espejo se podia observar su reflejo cuarteado debido a que el espejo estaba fracturado, mas sin embargo ante nuestros ojos el vidrio recuperó su forma original, mi compañera sorprendida tocó el espejo, pero del espejo empezó a brotar sangre, sorprendentemente esta sangre no provenía en sí del espejo, sino de el rostro en mi compañera a la cual le habían brotado una enorme cantidad de cortadas y heridas en el rostro, con mi chamarra cubri su rostro para evitar que se desangrara, alrededor del camper escuchamos sonidos de pasos acercándose.

La puerta fue abierto de golpe y entraron dos de mis compañeros acompañados del viejo Gregorio Méndez el cual observaba atento la escena, a la cercanía las patrullas de policía y de ambulancias se acercaban, los policías realizaron una búsqueda de mis compañeros, sin embargo uno de ellos desapareció, mi compañero de la casa de campaña.

Mi compañero fue encontrado dentro de la mina tres horas después del amanecer, con una mueca horrible y monstruosa, al parecer reía pero también lloraba, con una sonrisa monstruosa y bastante perturbadora, desde ese día en el grupo jamás volvío a salir de viaje, la compañera que sufrió las heridas en el rostro más de una ocasión ha sido hospitalizada en algún centro médico mental, pues antes de que yo entrara al cuarto, algo observó ella en el espejo, que poco a poco con el paso de los años le ha carcomido la cordura.

Gregorio Méndez todavía al caer el sol se mese con el viento en su mecedora, fumando su vieja pipa, cuyo tabaco siembra el mismo, mientras guarda extraños secretos sobre monstruosos seres de pesadillas que en 1957 provocaron la ruina familiar de los Williams y la posterior debacle de la mina, en algún momento planeó regresar allí para obtener respuestas, pero dudo que algunas de estas tengan explicación lógica, porque la locura y la lógica pese a ser puntos de una misma línea se alejan de sí y sólo aquellos que pueden comprender estos horrores, simplemente han dado un paso para atravesar la delgada línea que divide nuestra inútil lógica hacia la locura monstruosa de seres nocturnos torpes y blasfemos de la creación de Dios

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