Es curioso, como el mayor escritor de terror de todos los tiempos, hubiese vivido una vida solitaria y casi en la miseria, si es cierto que publico algunas de sus obras en algunos medios, pero aquello no le dio de comer nunca, aquello era mas la pasión, que el intento de ganar dinero, su éxito después de la muerte trae a pensar lo injusta que podría ser la vida, caso similar a Anna Frank que también le hubiese gustado ser reconocida en vida por su obra, pero mas allá de las comparaciones, Lovecraft dejo un legado de amigos intimos a los que les contaba sus historias, los cuales reunieron todo el material que poseían de el logrando la edición de la mayoría de estos, solo Lovecraft sabe el material que se nos ha vedado, los tiempos pasan y quien quiera escribir de terror y no conoce a Lovecraft es como escribir de socialismo y jamas haber leído a Marx, sin embargo el tiempo suele hacer justicia, no por nada Lovecraft es quien es hoy en día, seguramente el ahora permanece mas allá de Polaris, observa con aquellos ojos del alma los colores que caen del cielo, desde Ex Oblivion reina como señor de los sueños, allá donde no llego Randolph Carter por su indecisión, mira con recelo los vientos en los que navegan los soñadores flotando, sonríe y nos ve desde el trono de un grisáceo y moribundo, se ríe de nuestros temores y descansa, muerto pero soñando...
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