viernes, 30 de agosto de 2013

Real del Oro 10


Es hora de que las cosas se pongan locas...



Aquel ser despreciable le rugió a Daniel, este sintió asco del olor de ese ser, este retrocedió gimiendo, mientras lanzaba lastimeros gemidos de dolor, Daniel se alejo lo mas que pudo de la celda y observo el cuarto en el que estaba encerrado, es un lugar oscuro, por donde los olores pestilentes de aquel ser monstruoso es lo único que se respira, mientras Daniel trata de pensar lo mas que puede, pero la luz es muy tenue, por las paredes a veces se escucha el sonido de algo arrastrarse y es mejor no preguntarse que es aquello, ese ser blasfemo a la vista y muy probablemente a los ojos de dios, (si es que este existe), esta en un lugar retorciéndose de dolor, lanzando sonidos de agonía, de dolor puro, eso hace pensar a Daniel que ese ser amorfo es de lo peor, para después convulsionarse y seguir gimiendo, de pronto el teléfono de Daniel suena, este lo toma, ve que hay una llamada entrante, al abrirlo se escucha un sonido extraño, no, no es un ruido monstruoso y gutural, es un sonido chirriante para los oídos de un ateo, Daniel escucha aquello que forma una frase;

-tus pecados te son perdonados-

el ser lanzo un gemido gutural formando una palabra;

-gracias...-

para después escuchar en aquel lugar el sonido de un disparo tan fuerte como el los recordaba, la celda se abrió sola empujada por una fuerza misteriosa, quizá la misma que los había llevado allí mismo, Daniel salio de allí, solo para observar una cama muy mal arreglada, llena de ropa sucia, dentro de esa cama permanecía el cadáver de un joven, no había ese monstruo deforme, cerca había una libreta en la que se escribía una y otra ves;

LOS ODIO LOS ODIO LOS IODIO

infinitamente, el joven llevaba una pistola en la mano, con la cual se había volado los sesos, muy cerca permanecía un periódico viejo tirado, lo levanto y lo leyó Daniel;



Joven de 13 años se suicido el día de ayer caída la noche entre las 20:00 y 21:00 horas, según la policía, el constante asedio de sus compañeros sobre el (Bulling), propicio este suceso, ademas que el joven poseía un historial depresivo, este joven se une a la ola de suicidios que se han suscitado de en la entidad...



Daniel observo al joven, tomo el arma de fuego y suspiro hondo;

-perdóname, vi lo que todos los demás veían, perdón, no debió ser así, tu no merecías esto-

el joven se movió, la sangre salio de su cabeza;

-no seas hipócrita, tu eres como los demás...-

Daniel se sorprendió retrocedió y apunto el arma;

-no, no es cierto-

el joven rio;

-tu ateísmo no te hace mejor que lo demás, eres orgulloso y te basas en tus conceptos torpes para jusgar a los demás según sus creencias, no eres mejor que nadie-

Daniel apunto el arma, sintió un fuerte dolor de cabeza, recordó, recordó algo que había olvidado, ellos eran niños, (si a esas bestias menores de edad se les puede llamar así, por que son todo menos, niños), el y sus amigos perseguían a un gordo tonto, torpe e idiota, si se lo merecía solo por que era gordo, sus gafas decían golpean, humillame, por eso lo hacían, en realidad nadie de ellos lo sabia, ellos solo lo hacían, gritando como dementes, tras de un (ser humano) gordo seboso que era historia, pero al final de cuentas, el se cae, se derrumba y ellos y Daniel le caen a golpes, peor que vándalos, lo golpean hasta que se cansan, lo deja tirado, y se van riendo, el joven adolorido siente, dolor, odio, cosa que atrae a un ser que se alimenta de los peores sentimientos, Daniel se acuerda, el conoce a ese joven, el propicio ese suicidio, lleno de terror, sin saber que hacer se derrumba, deja caer la pistola, el cadáver de ese joven no se mueve parece que nunca se ha movido, pero para entonces ya es tarde, Exeter abre sus alas sobre el pueblo fantasma, de la habitación de ese joven caen lentamente bolsas de cadáveres amarradas en cadenas, de estas salen cuerpos de jóvenes, estos se mueven retorciéndose, miran a Daniel y ríen, llevan hachas, picos, cuchillos y navajas, Daniel lo sabe, es hora de que se inviertan los papeles, justicia poética, muerte patética, Daniel corre atraves de la oscuridad de un pasillo cercano, sus perseguidores le gritan, corre gordo, corre...

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