miércoles, 14 de agosto de 2013

Los coros de Babilonia

El doctor Atkinson siempre estuvo maravillado con la locura, se puede suponer el por que decidió ser psiquiatra, encontró muchos casos interesantes de esquizofrenia, demencia senil, convulsiones, auto sugestiones, entre muchos otros curiosos padecimientos médicos mentales, pero fue en hospital psiquiátrico de Exeter Inglaterra donde encontró un caso fascinante desde su perspectiva medica, a esta clínica fue llevado un hombre que decía escuchar las voces de los dioses, un caso divertido de esquizofrenia, se dijo, lo que se encontró fue a un violento convulsivo personaje que gritaba cosas sin sentido, el cual no sentía los efectos de drogas para tranquilizarlo, además que hablaba incoherencias, el primer día que lo vio el doctor se sorprendió como, de una manera curiosa relato la caída de dos grandes edificios, al día siguiente ocurrió el ataque terrorista de Wall trade center, el doctor se intereso en el caso, a los días el doctor se topo con un hombre solitario, silencioso y confiable, en sus ratos de lucidez era normal e incluso algo simpático, pero también oscuro y algo pretensioso, el doctor quiso hablar sobre esos extraños ataques pero se topo con un muro, el hombre no quería decir nada, el doctor espero atento hasta ganarse su total confianza, cosa no muy dificil, solo así pudo el hombre contar su versión de lo que le acontecía.
Has visto los edificios de nueva york, new jersey y los que hay en las grandes ciudades, todos ellos son moles enormes a la egolatría humana, llenos símbolos, símbolos invisibles para el ojo humano, pero para una imaginación inquieta son el terror lovecraftiano de edificios monstruosos ciclópeos en formas y figuras detestables, que en los sueños mas inquietos bailan alrededor de la luna, somnolientos y mal encarados, todo esto le resultaría risible, pero pienselo, los edificios de hoy están diseñados para moverse durante un terremoto, además que la corteza terrestre se mueve todo el tiempo, que no la sentimos es otra cosa, gigantes omniosos, sombrios, pero esto que le cuento son solo conjeturas mías, pero a veces, en extraños momentos, que es cuando dicen que tengo ataques convulsivos, por que yo no recuerdo eso, soy presa de extraños sueños, inquietantes, no le puedo decir que veo algo, por que de los sueños no recuerdo imágenes, si no mas bien, sonidos, no son solo son sonidos, si no mas bien, son coros que poco o nada tienen que ver con las voces humanas, si no mas bien son voces guturales monstruosas llenas de extraños gritos demenciales que hablan en una lengua extraña, alguna ves, hablada, no se por que, pero por alguna razón creo que tienen que ver con los rasca cielos, es como si hubiese una conexión misteriosa, profana y obscena, que me hace recordar el relato de la torre de babilonia, llevada a cabo por los hombres que soñaban demasiado, encontrándose cara a cara con la demencial visión de su propio gigante ciclópeo bailando bajo la luz de la Luna, escuchando las voces de un coro demencial de voces profanas y misteriosas, llenas de ese extraño sentimiento de pesadez y miseria, en tonos guturales monstruosos, cuyas voces no podrían ser igualadas por las gargantas humanas, ni en este ni el siguiente milenio.
Eso fue lo que le dijo el joven al doctor Atkinson, para días después suicidarse en  su habitación al destrozarse las muñecas con un tenedor, la sangre corrió por la habitación y en sus últimos momentos escribió en la pared de su habitación:
Haced callar los coros de babilonia.
El doctor después de tales sucesos, nunca mas se dedico de lleno a la psiquiatría, aunque a veces, por las noches, sueña con un hombre, atormentado por coros demenciales, mientras gigantes ciclópeos bailan alrededor de la Luna... 

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