miércoles, 20 de junio de 2012

Sangres 3

Desperté en mi cama, la televisión mostraba infomerciales de algún producto milagroso, fui al baño donde me lave la cara, al verme reflejado en el espejo note mis ojeras, las pastillas del sueno estaban perdiendo su efecto, mientras me dirigía a la cocina el teléfono sonó y yo conteste;
-mira a tu ventana-
Dijo una voz seca, metálica y estridente, un hombre veía a hacia mi cuarto;
-ha iniciado-
Dijo el hombre, no pude decir nada cuando tocaron a mi puerta, al girarme a la ventana ya no había nadie, fui a abrir la puerta y encontré un sobre, en este decía, sigue al conejo blanco, esto me sorprendió, al bajar el sobre lo vi, un agujero abierto a la mitad de mi habitación, aquello no podía ser real, alze un poco mas mi vista y la vi, esa pequeña niña que había visto antes, llevaba un peluche de conejo blanco, la niña me vio, alzo sus manos y dejo caer el peluche, el cual cayo hundiéndose en la oscuridad, un aire frió broto de ese poso, de alguna forma, sin que yo lo permitiese, caí en el hundiéndome lentamente la desesperación de caer en esa profunda oscuridad me lleno de pavor, me hundí hasta caer en el mas profundo de los abismos y perdí toda sensación, pero de alguna forma estaba consiente, al abrir los ojos la vi, era la jovencita que había visto en la cruz, ella bailaba sensualmente al ritmo de la música, un mesero se acerco a mi y puso un trago de whisky, el mesero me señalo a una mesa, donde un hombre rodeado de jovencitas me lanzaba una sonrisa cínica, la jovencita bailaba desnudándose, no muy lejos la niña entraba al lugar, llevaba el oso y el conejo de felpa, la niña se acerco a mi mesa, la vi atento, la jovencita subió al tubo semidesnuda y yo le susurre a la niña;
-tu no eres real-
Ante mis ojos ella se torno en algo blasfemo, la música se volvió pedante y cruel, mi estomago ardió y note que el bar se había tornado en llamas, la gente iba y venia corriendo envuelta en llamas, la jovencita que bailaba se asusto, quiso correr, llorar entonces lo entendí, aquello no era mi infierno, era el infierno de una bailarina de striptease que por las noches se prostituía, una mujer que tenia la mala costumbre de platicar con taxistas como yo, una mujer que fue cooptada desde adolescente por una mafia de trata de personas, corrí al estrado y cubrí a la jovencita, el ser endemoniado que fue esa niña rugió y lanzo su lengua como punta de látigo, cubrí a la joven y por primera ves en mucho tiempo, rece.
Ella lanzo un grito aterrador, me desperté a su lado, era ella, tenia ahora 20 anos, pero era ella, me veía asustada mi mano derecha sangraba, al parecer la sangre la había despertado, ella corrió y me curo la mano, el culpable, un florero que accidentalmente tire, mientras me curaba le conté todo, ella termino de curarme y me contó entre lagrimas su vida, la abrase y le jure protegerla, hace tres anos de eso, ella trabaja de mesera, yo soy taxista a un, pero es extraño lo que sucede cuando uno despierta envuelto en sangre...

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