Jose
abrió los ojos, los sentía tan pesados como los grilletes que
aquella vampiresa con apariencia de niña de quince años le había
puesto, una puerta se abrió, la luz era brillante, un hombre se
acerco cargando una quijada de asno, Jose quiso gritar, correr, no
pudo el hombre se acerco y varias veces la dejo caer sobre Jose hasta
que perdió el conocimiento.
Pocos
saben esto, pero otros ya se lo imaginaban, la diosa Ishtar era una
vampiresa muy bella, la cual se enamoro de los hombres mortales, les
enseño la forma de vida hedonista mas perfecta alguna ves conocida,
en aquella sociedad solo había placer y el dolor no era mas que una
debil sombra, desde niños y niñas hasta ancianos querían tocar a
la diosa vampirica, ella los amaba y ellos a ella, hasta que un
fatídico día un ejercito tomo la bella ciudad de babilonia, mataron
a todos, niños y ancianos incluidos, la vampiresa llena de dolor y
de ira, lloro a los pies del rio Eufrates y juro venganza, con todo
su poder llamo a un dios oscuro y antiguo, aquel ejercito persa
durante siglos fue asediado por implacables enemigos apoyados por
hordas de demonios sangrientos hijos de Ishtar ahora llamada
Ereshkigal diosa de los averno, Jose la vio en su trono en el
infierno, ella lloraba y ante ella se abría un campo de Babilonios
muertos.
No
mires atrás les dijo el angel, la familia de Lot huia de aquella
ciudad su dios se los habia ordenado, tenian que huir lo mas pronto
posible, su dios tenia preparado algo terrible, lo sabian, la mujer
de Lot veía los niños de las calles que aun jugaban sin saber que
estaba a punto de suceder, lo primero que sucedió fue estruendos en
el cielo, nubes negras aparecieron en el firmamento, seres alados
volaban en los cielos, todos creían que eran sus dioses ahora
olvidados, que equivocados estaban, bolas de fuego cayeron del cielo,
matando a todos, la ciudad alguna ves bella poco a poco empezo a ser
arrasada, algunos morían sin darse cuenta, otros tristemente
llegaron a lanzar gritos horrorosos de dolor y plegarias de auxilio,
mientras corrían una mujer les grito que se llevaran a su hija,
Karian no lo soporto, se giro y quiso tomar a la niña, en ese
momento se volvio en una estatua de sal, Lot y sus hijas ignoraron
aquello, tuvieron que descansar bajo una montaña cercana, las
explosiones de fuego fueron terribles y la tierra temblaba, la mujer
de Lot llego con una niña en sus brazos, la mirada de todos era
terrible, pero la mujer de Lot dijo a su familia que otros dioses,
los dioses de la noche eterna habian impedido su muerte y ahora debia
cuidar a la niña, por que ahora serviria a esos dioses antiguos e
ignotos.
Jose
desperto, estaba en aquel cuarto oscuro, vacio y el seguia
encadenado, una luz en algun lugar se encendió, una figura humana se
acercaba atraves de la luz, llevaba cargando una cruz y decía una y
otra ves;
-yo
soy el camino al padre, yo soy la luz-
Jose
pudo verlo bien;
-yo
soy alfa y omega-
Decia
aquel hombre cuyo cuerpo sangraba a chorros, se acerco a Jose y este
trato de retirarse, quitarse de allí, de la boca de aquel hombre
saco una espada larga y flamígera;
-ven,
vive al lado de mi padre y mio-
Jose
con todas sus fuerzas pateo a ese ser, el cual cayo de bruces, de su
boca salio un brillo espectral y se acerco a Jose con tal violencia
que este se sintio indefenso;
-no
he venido a traer paz si no espada-
Rugio
ese ser;
-yo
también-
Dijo
un hombre con rostro flamígero, mostró una espada de fuego azul
hermoso y se arrojo contra ese ser, el cual rugió;
-este
no es asunto tuyo-
Rugió
el ser, aquel hombre de fuego lucho con la espada de fuego, estocada
a estocada ganaba terreno, el ser retrocedió e intento atacar pero
el hombre le encajo la espada primero y ser rugio y se desvaneció,
aquel hombre lo cubrió con sus manos a Jose, este se sintió muy
pesado y se desmayo.
Despertó
mas tarde al lado de esa vampiresa que llacia dormida, Saul el otro
vampiro le observaba, el hombre luminoso estaba alli parado llevaba
un cuenco de madera con una sustancia pantanosa;
-bebe-
Dijo
y Jose obedeció, la sustancia tenia el peor sabor que había probado
en su vida, pero en cuanto la bebió se sintió ligero y tranquilo;
-¿por
que nos ayudas Runiah?-
Este
observo a ese niño que Jose había visto antes;
-no
te ayudo a ti, le ayudo a el-
El
niño sonrió;
-es
lo mismo-
El
hombre contesto;
-tu
solo piensas en ti mismo-
El
niño se molesto y guardo silencio;
-un
herrero creo tres espadas, avaricia y codicia, venganza y la ultima
la llamo Justicia, esa es tu espada, llévala con cuidado, por que
muchos otros hombres y demonios llevan espadas de venganza, avaricia
y codicia, Jose cayo rendido en un sueño y se perdió en la
oscuridad y por primera ves en su vida soñó con su madre.
Vanesa
Klose sonrió mientras su hijo jugaba con sus pechos, hacia mucho
había dejado de comer del pecho de su madre pero le gustaba jugar
con ese busto enorme, Pedro Antoliny entro, llevaba la ropa llena de
sangre vio al niño y sonrió;
-tu
clan esta muerto Vanesa, entrega al niño-
El
niño abrazo a su madre;
-valientes
hombres, asustando a una mujer indefensa frente a su hijo-
Reaper
entro por la puerta;
-entréganos
a la reencarnación de Abel-
Vanesa
vio a Reaper;
-el
no es Abel, es mi hijo, su padre era solo un pastor-
Reaper
y Pedro intercambiaron miradas;
-Abel
era un pastor-
Unas
monjas entraron junto a dos exorcistas y tres caza vampiros;
-la
luz es mi testigo, te maldigo a ti y a tu iglesia, llegara el día
que el sol no brille y las estrellas caigan, entonces Mitlatecutli
volverá para vengarse con una espada de fuego y su espada sera la
justicia, de tus templos no quedara mas que ruinas, de tus creencias
solo rumores y los hombres adoraran a la luz verdadera-
Un
exorcista dijo furioso;
-¡calla
tu boca hija del diablo!-
Vanesa
sonrió;
-en
esta casa no había mas vampiro que yo, las tataranietas de mi
hermana, dos hombres que eran sus esposos y sus hijos, yo solo era
para ellas su tia, ¿quien ha asesinado inocentes aqui?, no olvides
mis palabras Antoliny, la justicia de la luz verdadera es lenta pero
segura-
Una
monja se acerco a la mujer;
-Abel
ven con nosotras, tu madre se nos unirá pronto-
El
niño abrazo a su madre;
-me
llamo Jose y no quiero ir-
La
monja sonrió;
-Jose
como San Jose, el padre de JesuCristo-
La
monja vio al niño aferrarse a su madre, Vanesa sonrió a la monja
para su sorpresa;
-asi
es, esperaba tener una hija que se llamara Maria, para tener a la
pareja, Jose, ve con la monja, mama debe terminar un asunto con el
señor Antoliny, yo me les uniré-
Jose
vio a los hombres le daban miedo;
-no
mama-
Vanesa
beso a su hijo;
-ve
mi amor, nada malo pasara-
El
niño al fin hizo caso a su madre y tomo de la mano a la monja
caminaron juntos hacia la puerta;
-espere,
me falta Bobo-
La
monja pregunto;
-¿quien
es Bobo?-
El
niño contesto al soltar la mano de la monja y correr a la habitación
donde llacia su madre;
-es
mi osito-
El
niño corrió y se asomo al cuarto de su madre, Bobo llacia manchado
de sangre, las manos de su madre se habían aferrado a el, la cabeza
de su madre llacia en el suelo, Pedro Antoliny sostenía la daga que
había matado a su madre.
Cristina
Cristina
jugaba como niña sobre la azotea del edificio de la ciudad, jugaba
al bebeleche, las vampiresas gemelas le cuidaban, temían que hiciese
algo estúpido, como matar inocentes o peor aun, matar niños,
buscando sangre, Juan se acerco lo mas lento posible, no se habían
dado cuenta que estaba allí observando, se quedo quieto en una
esquina y espero;
-¡uno,
dos, tres por Juan!-
Las
gemelas sacaron sus dagas, Juan salio a la luz;
-tu
ganas, eres buena-
Cristina
rio;
-haces
demasiado ruido-
Cristina
le tomo de la mano y lo llevo a la cornisa;
-somos
vampiros, podemos volar, saltemos-
Juan
retrocedió;
-no,
si nos ven romperemos las reglas-
Cristina
sonrió;
-¡tienes
miedo a las alturas!-
Juan
se negó;
-no,
no quiero problemas-
Cristina
soltó una sonora carcajada;
-eres
espectro de la noche, ser demoníaco del inframundo y le temes a las
alturas-
Cristina
se burlo de el lo que quiso;
-quiza-
Cristina
le tomo de la mano;
-vamos
no te dejare caer, no sueltes mi mano-
Cristina
se arrojo al vació y jalo la mano de Juan, este solo sintió el
vació rodearlo, perdió la mano de Cristina y cayo al suelo de un
costalazo y se quedo quieto, Cristina cayo como pluma al viento
soltando carcajadas;
-eres
un tarado-
Juan
al final rio también, Cristina cayo sobre el y movió sus caderas
sobre las de Juan;
-muertos
vivientes, mira que ese no esta muerto-
Juan
excitado la beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario