viernes, 15 de febrero de 2013

Simbiosis 2

02
La noche ya había caído en su plenitud, eran ya las ocho de la noche mientras la camioneta se dirigía hacia un rumbo desconocido, quizá hacia la nada, fernanda yacía dormida sobre el hombro de luisa, alrededor de la camioneta poco o nada se veía, solo los arboles que se mantenían como siniestras siluetas de horrores inmortales dormidos, al menos eso pensaba Luisa;
por el amor de dios que ya lleguemos.
Guadalupe ya se preguntaba a si misma si había hecho lo correcto;
Marlene no sabe a donde va, no sabe.
Pero Marlene lo tenia claro, tenia que llegar a ese lugar, a ese rancho, a ese pueblo, lo que fuera, en sueños se vio avanzar a un lugar desconocido mas allá de sus temores, llego a un castillo de temible figura, cuatro torres  se alzaban al cielo, las murallas constituían una impenetrable fortaleza, de sus troneras se veían las sombras de los pasillos, pero en sus adentros había una sensación de hogar, en aquel sueño pensó que todas sus necesidades humanas estaban cubiertas, pero no fue así, pues la soledad aun permanecía en su vida, fue solo un sueño, fugaz, al fin y al cabo, pero aun así ella pensaba que no podía sentirse cómoda y en confianza con alguien, ella no tenia miedo a enamorarse, tenia miedo ser lastimada,  a estar sola, ella odiaba esa palabra;
Sola.
Marlene detuvo la camioneta, Guadalupe observo en silencio a Marlene la cual veía a la distancia, Luisa yacía recostada preguntándose que sucedía, Marlene creyó ver algo a la lejanía atravez del cristal, Guadalupe miro hacia la dirección que veía Marlene, Luisa observo en la misma dirección y dijo con entusiasmo;
.-¡son luces!-.
Luces, rojas intermitentes pero al fin y al cabo, luces, Guadalupe observaba sonriente, mientras luisa grito de la emoción, Marlene se sintió contenta con sigo misma, el camino que aun quedaba era una distancia mínima, a comparación de lo que ya habían recorrido, Fernanda se despertó lentamente, trataba de asimilar la alegría de sus hermanas y su madre, por alguna razón ellas estaban felices, pero ella tenia prioridades;
Tengo hambre
Guadalupe la vio atravez del espejo, el rostro de Fernanda mostraba signos de sed y hambre, aunque ella no lo admitiera, Guadalupe saco una botella de agua y unas galletas y se las ofreció a Fernanda, Fernanda se las comió mientras trataba de asimilar la situación, Marlene hizo avanzar la camioneta, la hizo llegar hasta donde yacían las luces, Guadalupe observo el lugar en el que yacían, no era un lugar ordinario, la pocision de las luces, era extraño ver  un pueblo a mitad de la nada, entre la sierra con un helipuerto, Marlene estaciono la camioneta junto a esta, fuera de la pequeña plataforma, Fernanda observaba con curiosidad las luces alogenas y su brillo que irradiaban, se le hacian curiosa y rara la luz que irradiaban, Guadalupe observo cuesta abajo yacían unas casas del pueblo, eran alrededor de quince, una de ellas tenia una luz roja en la punta de una cruz, era obvio que esta era una iglesia, para evitar un accidente habrían colocado la luz en la punta de la iglesia, pensó que quizá era el pueblo de algún narcotraficante, si era así tal vez no era buena idea quedarse hay, Luisa dijo ironizando;
.-bienvenidas a narcotown, ¿que otro rancho perdido cuenta con helipuerto?-.
A Guadalupe le sorprendió el ingenio de Luisa,  mas por prácticamente leerle el pensamiento, Luisa continuo ;
.-señor traficante si nos regala agua, comida y gasolina prometemos no delatarle, lo juro-.
Marlene se rió, Fernanda seguía sin entender que sucedía, todas bajaron del vehículo, la primera en bajar fue Guadalupe después de tomar las llaves del vehículo del interruptor, al bajar fernanda vio pasar una pequeña  sombra por la luz azul de la plataforma, fernanda la siguió mientras su madre y sus hermanas desidian que hacer, Guadalupe no podia dejar de observar aquel pueblo estaba en una especie de abandono, nadie yacía en las calles, una palabra describia al pueblo;
muerto.
.-vamos al pueblo de una vez- dijo Luisa;
.-si, tal vez encontremos una tienda abierta-. Dijo Marlene,
Guadalupe sintió que algo iba mal, terriblemente mal;
¿que diablos hace un pueblo a mitad de la nada con una plataforma aérea, por que el pueblo parece un pueblo muerto, que hace que toda la gente se esconda?
Fernanda se acerco a la sombra que yacía en la plataforma, lanzo un agarre con las dos manos, por suerte le agarro, era un armadillo, era pequeño, muy chiquito, quizá no tenia mucho de nacido, a ella le encantaba jugar con los animales, fueran lo que fueran, una vez asusto a su madre con una tarántula, a Luisa con un alacrán, a Marlene con ella si se paso, le dejo una pequeña serpiente en el cajón de su ropa, ese día le pusieron tal regaño que no volvió a jugar con animales, dentro la casa, a veces le decían sus tíos de  Michoacan, “la Tucita”, por que Fernanda les recordaba a María Eugenia Llamas en su papel de “la Tucita”, de la cinta Los tres huastecos de Pedro Infante;
Que bonito animalito, tan pequeño, tan tierno.
A pesar que el pequeño armadillo lansaba sus pequeñas garras contra Fernanda, este no lograba herirla, Marlene veía a su madre con aquella expresión de temor, pero ella no sentía lo mismo que su madre, Luisa tampoco comprendía el sentir de su madre, ambas insistieron en ir al pueblo;
.-vamos de una vez, ya me canse de estar parada-.Dijo Luisa;
.- si, vamos a comprar algo-.Marlene le secundo;
.-no, la respuesta es no-.Contesto Guadalupe;
.-esperemos en la camioneta, algo anda mal-.
Fernanda miro por detrás de la camioneta, una silueta siniestra caminaba en dirección del vehículo, Fernanda se giro a su derecha, otra mas avanzaba, a la izquierda una mas, lo hacian sin hacer ruido, eran rápidos en sus movimientos, apezar que caminaban rápido, parecían ni siquiera esforzarse;
No es posible, no es cierto, los hombres lobo no existen.
Su padre le había dicho que por las noches las brujas, los demonios cornudos, ni los vampiros no existían;
¿Entonces que eso que se acerca?.
Un ruido interrumpió a Guadalupe, que a un discutía con sus hijas, el ruido era un grito de terror proveniente de Fernanda, las tres miraron con expectación, Fernanda corrió a la camioneta, se en cerro, algo parecía caminar hacia ellas, Luisa sintió sus pupilas dilatarse, Marlene contuvo un grito de horror al verlo, Guadalupe no creyó  lo que veía, una silueta negra y gris avanzaba, primero en dos patas como un hombre, después en cuatro, las miro amensadoramente, este puso la garra afilada contra camioneta, la rayo con sus garras, fernanda soltó un grito al escuchar la carrocería rechinar, era una especie de perro con pelaje gris y negro;
Un lobo, pero los lobos no son de 1.65 M. de altura, y no caminan en dos patas.
Marlene pensaba buscando la lógica de aquella situación, el ser mostró sus terrible dentadura, en sus colmillos yacía una mancha roja;
¿Es sangre?
Luisa veía atenta la dentadura del licantropo, Marlene solo tuvo un pensamiento;
Dios santo, fernanda volvió a la camioneta, dios esa cosa...
Guadalupe le tomo de la mano a Luisa, Marlene susurro;
.-voy por fernanda-. Guadalupe asintió, la bestia soltó un aullido, que desgarro la noche, otros aullidos se oyeron a la cercanía, Marlene rodeo la camioneta y entro por la puerta delantera derecha la cerro por instinto, cuando se dio cuenta el licantropo ya permanecía al lado de la puerta, Luisa y Guadalupe corrieron al pueblo, el licantropo inicio la persecución, corrieron lo mas rápido que pudieron, atrás de ellas se oía a la bestia seguirlas, Luisa  giro la cabeza para darse cuenta que atrás venia no una si no varias, luisa se dio cuenta que una de estas se adelantaba por la derecha;
Nos van a rodear.
Guadalupe se dio cuenta, tomo el tiempo, entonces lo vio, un movimiento irregular, Guadalupe jalo a Luisa, esta solo vio pasar la garra del licantropo, era obvio que luisa era la mas lenta, ahora luisa corría por la izquierda, una vez mas otra silueta les daba alcance por la izquierda, Guadalupe se preparo para repetir la táctica, sin embargo la bestia se detuvo de manera inmediata, como si algo la hubiera perturbado, Luisa y Guadalupe corrieron sin detenerse, Luisa vio la iglesia y dijo por instinto;
.-¡la iglesia!-.
Guadalupe asintió mientras se acercaban a esta, al llegar vieron la vieja puerta de roble envejecida, la abrieron  de golpe Luisa corrió a sus adentros, la cual se abría como una mandivula oscura, Guadalupe antes de cerrar la puerta vio al exterior, solo yacía la oscuridad, Guadalupe cerro la puerta, la oscuridad de la iglesia le daba cierto misticismo,  luisa prendió una vela que yacia en el púlpito, la penumbra a la luz de las velas, le dio cierta tranquilidad a Guadalupe, cualquier cosa era mejor que estar a fuera, pero no podía dejar de pensar en Fernanda y Marlene.

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