Ese lugar que llamas
infierno, esta solamente en tu mente, el sufrimiento lo pones tu....
Daniel camina por las
extrañas escaleras que se abren a su paso, atrás de el, Carmen le
sigue de cerca, algo anda mal, pero cada ve se pone peor, el olor a
humedad se vuelve muy intenso, casi sofocante, mientras descienden
escuchan mas abajo los sonidos de niños jugando, un par de luces
suben mientras se escuchan los juegos de la rayuela, mientras
descienden, se dan cuenta que los niños cantan una canción;
-el era un ángel, un
ángel hermoso, hasta que sembró de miedo su corazón-
las voces infantiles y las
luces de las lamparas resplandecían por todo el lugar;
-hasta que vio su error y
se quedo sin razón-
la escalera descendía por
como las viejas escaleras de caracol, una y otra vez, dándole la
sensación de asfixia;
-¿que sucede?-
Daniel suspiro;
-perdóname, es que sufro
de claustrofobia-
las luces se detuvieron,
ambos terminaron de descender solo para darse cuenta que no había
niños, solo tumbas y mausoleos de querubines y angelitos, donde dos
lamparas alumbraban;
-¿que fue esto?-
Carmen tomo una lampara;
-los angelitos del
purgatorio, nos estamos acercando-
Daniel suspiro hondo;
-Daniel, ¿estas conmigo?-
Daniel alzo la vista;
-esto no es posible...-
Carmen se giro molesta;
-¡si no te gusta te
puedes largar!-
en algún lugar de arriba
un ruido sonó tan fuerte que se estremeció todo el lugar;
-¿que es eso?-
nuevamente se escucho el
ruido, todo el lugar se estremeció;
-se ha cerrado la puerta-
un sonido como un chillido
se escucho en todo el lugar;
-¡corre!-
el sonido de miles de
aleteos estremecieron el lugar, Carmen corrió por un pasillo oscuro,
corrió derecho sin detenerse, Daniel tomo una lampara y corrioen
sentido contrario de Carmen;
-¡Carmen!-
grito Daniel sin darse
cuenta que al correr se alejaba de ella;
mientras corría, un niño
de cinco años le vio, escondido entre las catacumbas, el niño se
agacho y escucho a Daniel correr, pero el niño cerro los ojos
mientras una potente sombra deambulaba por toda la cueva ciega y
sorda, pero no muda, lanzando chillidos espectrales, el niño se tapo
los oidos, mientras el niño se tapaba los oídos, el niño lloro;
-mama.....-
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