05
Fernanda permanecía sentada en una mesa
junto a un pilar de libros, su hermana le había prometido regresar
por ella, en aquella soledad los miedos, reaparecía no podía
evitarlo, tenía miedo, por muchas noches soñó con aquella
fotografía en la portada de un periódico mala nota, la fotografía
de su padre el cual había sido asesinado, sus hermanas y su madre la
habían visto y se la habían ocultado, pero aún así por accidente
la encontró, su padre permanecía sentado en el asiento del lado
derecho, en su rostro permanecía la marca de disparo que atravesó
su cabeza, estiraba su mano por fuera de la camioneta, sus ojos aún
abiertos parecían implorar clemencia, quizás su último
pensamiento fue sobre sus hijas y su esposa, muchas noches soñó que
veía a su padre en la camioneta que había sido asesinado este aún
con la fuerza que le quedaba le gritaba, gritaba su nombre,
Fernanda;
¡Basta!,no debo pensar en eso.
Fernanda
tomó un libro y lo hojeo, aunque los volúmenes científicos
abundaban, por ahí habían unos que otros de medicina y otros de
gramática, pero ninguno leía, sólo los hojeaba, para pasar el
rato, ya había pasado unos tomos de historia y geografía pero aún
así seguía hojeando en silencio, aquellos libros, mientras estiraba
la mano para agarrar un libro golpeó accidentalmente un bulto y
éstos cayeron hasta el suelo, uno de estos al caer se abrió en dos
dejando ver un pequeño bulto negro, Fernanda lo recogió y lo abrió,
en este yacía un mapa del pueblo en el cual se observaban los
edificios de pueblo los cuales se conectaban aún grupo de túneles
que atravesaban el pueblo, Fernanda noto que el cuarto en el que se
encontraba estaba marcado junto a una flecha la cual indicaba a este
junto a una frase que decía “cuarto librero izquierdo”, Fernanda
observó que también en el bulto permanecía una tarjeta negra con
un chip dorado la cual le recordó las tarjetas que usaban su madre y
su hermana mayor para el cobrar en los cajeros de los bancos,
Fernanda prosiguió ojeando los libros que disponía para pasar el
tiempo mientras regresaba su hermana la cual prometió regresar por
ella, el tiempo se extendió como lentos susurros de un destino
incierto.
Luisa observó
horrorizado en la pantalla del sistema de circuito cerrado de
televisión a su hermana Marlene avanzando en las calles del pueblo,
mientras que en su mente no cabía la idea de que Fernanda estuviese
sola, cómo diablos se le ocurriría a su hermana dejar sola a la
pequeña Fernanda sola en aquel pueblo maldito;
¿que diablos estás pensando, Marlene?
Marlene había salido de la biblioteca y
se había dirigido a la Iglesia, pero la puerta había sido cerrada
desde adentro, ella creyó haber visto a su madre correr hacia esta,
pero la puerta estaba cerrada y parecía permanecer impenetrable,
Marlene había salido de la biblioteca después ponerle seguro a la
puerta, para evitar que algo fuera a lastimar a Fernanda, sin embargo
el temor caminaba detrás de ella de cada paso, cada esquina, nada
había salido a su encuentro, era como si los seres que las habían
perseguido se ocultaran de ellas;
tal vez me están casando.
Esta idea le
hizo sentir escalofrío le recorrió la espalda, trató de abrir
varias puertas de los edificios que pasaba, pero ninguna pretendió
ceder, avanzó hasta llegar al más grande de los edificios cercanos,
del cual se veían los símbolos de la Secretaría de salud y sobre
este una cruz roja, lentamente giró la perilla de la puerta, acto
seguido pupilas se abrieron al ver aquella escena en aquel sitio;
¿Esos hombres están...?
Marlene observó los cadáveres sobre el
piso bañado en sangre, las heridas que tenían eran profundas,
Marlene los pasó por un lado, tratando de no vomitar por él olor a
sangre, aquel cuarto de enfermería cuyas camas manchadas de sangre,
mostraban una escena surrealista, comparable con las películas de
guerra que ella había visto en la televisión, continuó caminando
entre las camas hasta llegar a la una puerta la cual permanecía en
el fondo de dicho cuarto, la puerta estaba cerrada con seguro, aunque
se sintió molesta por toparse con otra huerta cerrada, empezó a
buscar con la vista algo para abrir la puerta, escuchó un sonido,
repetitivo y fuerte, algo parecía haber pasado por encima del
edificio, Marlene creyó que podría tratarse de un helicóptero del
cual se dirigía a la plataforma;
Bien, creo que podría pedir auxilio.
Casares y su grupo descendió del
helicóptero rápidamente bajaron el equipo necesario, inmediatamente
le ordeno al sargento Aréchiga acercarse;
.-Sargento distribuya a su gente, Gómez,
Aceveda y Ramírez vienen conmigo, distribuya a los demás por el
pueblo según él plan de contingencia del delta 13-.
El sargento asintió mientras el
helicóptero levantaba el vuelo, los militares observaron el pueblo,
ninguno de ellos tuvo miedo, ya estaban enterados de las sorpresas
que les aguardaban, Aceveda y Ramírez vieron la camioneta GRAND
CHEROKEE, el teniente Casares ordenó que se distribuyeran por el
pueblo;
.-¿Gómez acaso tú crees en él
infierno?-.
El soldado Gómez observó a su compañero
Aceveda el cual le había preguntado y con tono irónico dijo;
.- No, no creo en tonterías-.
Ramírez y Aceveda lo miraron y con una
sonrisa le dijo Aceveda a Gómez;
.- Lo siento, estas parado en el-.
El sargento
Aréchiga les ordenó seguirle hacia el pueblo a los miembros
restantes del equipo, el soldado raso de la Cruz, lamentó escuchar
las palabras de sus compañeros mientras se dirigían al pueblo.
Marlene quiso dirigirse dirigirse hacia la
puerta de la entrada para pedir auxilio a los militares que había
visto descender del helicóptero, un sonido débil se escuchó a sus
espaldas, un sensor el cual permanecía junto a la puerta que Marlene
no había notado se encendió, otro sonido se escuchó en la puerta,
como si la puerta hubiese sido abierta desde adentro, el sensor
mostró una luz roja, Marlene intentó abrir la puerta pero esta no
se dio, Marlene se sintió frustrada al ver que la puerta se negaba a
abrirse por lo que quiso desquitar su impotencia con la puerta
pateándola sin que esta acción sirviese de algo, Marlene quiso
ignorarla le dio la espalda y se perfiló a la puerta de entrada, el
sensor cambió de color de rojo a verde, un nuevo sonido se escuchó
en la habitación, Marlene se dirigió al entrar a sólo para darse
cuenta que la puerta de la entrada ahora permanecía cerrada, Marlene
observó que la puerta del fondo el sensor mostraba la luz verde,
Marlene se dirigió a esta notando al girar la perilla de la puerta
estaba abierta, Marlene supuso se trataba de una especie de sistema
de seguridad, Marlene abrió la puerta lentamente mientras sostenía
su arma, al avanzar escucho un ruido seco semejante a un objeto al
caer, Marlene sostuvo su arma y avanzó entre las estanterías con
cajas vacías de vendajes y gasas continuó caminando buscando con la
mirada, los pasillos estrechos mostraban un terrible desorden como si
alguien hubiera hurgado entre estos, Marlene prosiguió hasta llegar
al final del tercer y último pasillo en el cual la abertura daba aún
pasillo más largo, Marlene el camino por este sintiendo escalofríos
al ver un sinnúmero de frascos que contenían partes humanas,
mientras proseguía llegó a una especie de cápsula en la cual se
podía ver el cuerpo humano mutilado partido en partes en forma de
ruedas de casi 5 cm, un asco profundo recorrió el cuerpo al pensar
que aquel objeto cercenado fue alguna vez un ser humano, en una
etiqueta se leía “parásito alpha y su complexión”, junto a
este decía una carpeta, Marlene la levantó y se dio cuenta que
tenía imágenes fotográficas que le habían tomado al cadáver
cercenado, una de las páginas que yacían dentro de la carpeta tenía
un fragmento el cual estaba anotado “el parásito alpha al
encontrar un sujeto le inserta un nervio de nombre cartílago
membranal, el cual se extiende por entre el sistema nervioso hasta
llegar a la médula espinal y subir por esta hasta llegar al cerebro,
donde se fusionan con el cerebro para formar una simbiosis completa,
el ser infectado ahora actuará de acuerdo a las reglas distintivas
de la colmena, aunque lo primero que suelen hacer por instinto
alimentarse...”
Marlene sintió un escalofrío al leer
esto, “parásitos, colmena, primer instinto alimentarse”;
Qué diablos estaban haciendo en este
lugar.
Mientras pensaba y veía los frascos un
golpe se escuchó al final del pasillo, Marlene miró lentamente y al
observar vio una cápsula con un líquido gris, dentro de este yacía
un ser enorme, una especie de lobo como los que les habían
perseguido desde la plataforma, pero este medía alrededor de 2 m, el
ser parecía estar congelado en un momento de furia, por su expresión
y su rostro encajado, junto a sus ojos que veían al vacío que
casualmente estaba en el lugar en el que ella estaba parada, su
mirada fría y seca de ir al frente, sin parpadear observando el
vacío sumergido en aquel líquido, Marlene se acercó para
contemplar con cierto horror la demencia en sí misma, sobre este
había una etiqueta que decía, “peligro líquido nervioso, sujeto
nombre código: Coyote, parásito bravo versión beta”.
Aquí los estaban desarrollando, Dios
santo, ¿a qué clase de lugar hemos llegado?
Marlene sintió un terrible miedo, miró
de nuevo a que el ser inmutado por los líquidos que lo rodeaban, en
ese pequeño ir y venir en cuestión de segundos observó con horror
como el ser había volteado sus pupilas hacia ella, Marlene
retrocedió y apuntó su arma a ser frasco gigante por instinto, el
ser en todo su horror estaba vivo y estaba consciente de la presencia
de ella, por un momento sostuvo su arma permaneciendo parada sin
moverse apuntando hacia el frasco, el cual no se volvió a mover;
Líquido nervioso, ahora lo entiendo,
los mantiene en alguna especie de animación suspendida, si el frasco
se llegase a romper entonces...
Marlene se dio la vuelta y corrió por el
pasillo hasta llegar a la puerta la cual abrió lentamente.
El sargento Rafael Aréchiga y el soldado
raso Pedro de la Cruz avanzaron por el pueblo, corriendo se habían
que había sucedido una fuga importante, ningún mensaje había
llegado después de las 14 horas del día 14 marzo, a estas fechas
ya era 15, el último mensaje había sido bastante perturbador así
como misterioso, “peligro contaminación biológica, reina juega a
tres movimientos y gana”, quien fuera que había sido la persona
que mandó el mensaje no lo hizo por los canales satelitales ni
ningún otro medio de comunicación militar, sino por código Morse
por la unidad de telégrafo, la primera parte del mensaje en claro
que la amenaza biológica era grave, pero lo segundo era un misterio,
el cual rayaba en la monstruosidad, si una reina de la unidad de
ingeniería se había escapado significaba problemas bastantes
serios, ambos continuaron hasta llegar a la enfermería del pueblo
Rafael giró la perilla, pero esta tenía seguro, Rafael sacó de
entre sus ropas una tarjeta negra, observó el dispositivo y se
preparó para insertar la tarjeta, cuando escuchó la voz del
teniente Cázares;
. ¡Aréchiga!-.
Aréchiga se giró para ver y observó al
teniente Pablo Cázares y al cabo José Gómez, estos sonrieron
cínicamente al verlos, el teniente le dio nuevas órdenes;
.-Vayan a la librería y reúnanse con los
demás y de paso verifiquen el túnel esté sellado, nosotros
cuidaremos este lugar, recuerden que necesitamos a los científicos
con vida-.
Aréchiga y de
la Cruz Avanzaron por enfrente de ellos, a unos pasos escucharon como
los otros dos abrieron la puerta, la librería no estaba lejos de ahí
por lo que corrieron unos metros pasando la armería y el túnel en
el cual se detuvieron para verificar que este se mantuviera cerrado,
Aréchiga se decía asimismo que se había habido una fuga entonces
lo peor se encontraba en el laboratorio del sector Zulu o en el
sector Omega...
Mientras
avanzaban el rocío nocturno caía sobre ellos, una silueta salió a
su paso Aréchiga retrocedió prácticamente de un brinco, mientras
que de la Cruz apuntó con su rifle de asalto, los ojos del soldado
novato de la Cruz al ver aquella criatura, una especie de lobo de
estatura de 1 m 65, sus garras afiladas que salían de sus dedos
tenían 10 cm de largo, su pelaje gris apenas se distinguía a la luz
de la luna la cual poco a poco ascendía por el cielo mostrando su
esplendor como luna llena, pero sus ojos rojos brillaban como
silenciosas lámparas de muerte, en su hocico se podían ver los
dientes afilados y listos para acabar con lo que se le pusiera
enfrente, Aréchiga apuntó su rifle mientras identificaba al ser que
los amedrentaba sólo con su presencia;
Dios santo esto es un ejemplar bravo,
un lobo.
Aréchiga jaló el gatillo de su rifle de
asalto, mientras la cálida brisa primaveral se teñía de sangre.
El teniente Pablo Casares observó
aquellos cadáveres en el suelo de la enfermería, no eran más que
espadrapos humanos, pero ninguno era científico del sector Omega,
sólo eran empleados de los sectores públicos, sabía que los
sobrevivientes estarían ocultos, por lo que sería bastante difícil
encontrarlos;
Sólo
encuentralos y termina la orden, recuperando las muestras y no
tendrás de que preocuparte de por vida.
Casares hacia poco que trabajaba como teniente de las GANFE(Grupos
anfibios de fuerzas especiales del ejército), pero alguien lo
recomendó en tareas de investigación y desarrollo del ejército,
hace poco un hombre lo había contratado, parecía conocer todo lo
que hacían en el poblado de Tilantongo, alguien quería comprar lo
que allí preparaban los altos mandos, por lo que el sé ofreció;
Spearhead.
El sabía que Gómez era un soldado ambicioso, su trabajo le
fascinaba sólo por el llano placer de estar por encima de la ley,
algunas veces Pablo Casares se preguntó si Gómez se masturbaba con
la idea de matar o asesinar personas, sin importar quienes fueron
estas...
.-Están bien muertos-.
Dijo Gómez., el teniente Casares miró el cuarto con cierto
patetismo y contestó a Gómez;
.-Mejor así nos ahorraron tiempo, creo que deberíamos...-.
Un sonido rompió el silencio de la noche en el poblado, alguien
disparó con un rifle de asalto, era obvio que se trataba de uno de
los suyos y estaba en problemas, a este se le unió una segunda
ráfaga proveniente de otra dirección, una más mucho a la lejanía
quizás al sur, Casares radio y la habló a sus hombres por este;
.-¡Aréchiga, Aceveda, Machado contesten!-.
El silencio inundó la frecuencia mientras los disparos se ha
alargaban, Casares le ordenó a Gómez con desesperación;
.-¡Cuida al coyote, yo te llamaré luego por la radio!-.
Casares salió corriendo de la enfermería mientras le quitaba el
seguro a su arma;
Maldición todavía no, los necesito aún con vida.
A Gómez no le quedó más que acatar la orden, odiaba el lugar, pero
lo que yacía en el piso le prometía que pronto tendría que haber
sangre y dolor, de niño le gustaba matar gatos, perros, cualquier
animal o cosa que pudiese morir, sin embargo cuando se unió al
ejército, pudo cumplir su sueño, matar a quemarropa, muchas noches
trató de negar su deseo de engrosar las filas del narcotráfico,
pero el ser una autoridad y tener más poder que cualquier
funcionario se lo evitaba, sin embargo desde que pertenecía al área
de control biológico se había muerto de aburrimiento, hasta hoy;
Bien estos cadáveres, significan que la locura prometida llego
hoy, quisiera divertirme un poco antes de...
La puerta del fondo se abrió lentamente, Gómez apuntó su arma,
quizá el coyote había despertado, sin embargo sólo vio una frágil
silueta la cual también le apuntó con un arma, Marlene apuntó su
arma hacia él soldado el soldado al verla bajo lentamente su arma y
le dijo a Marlene;
.-Tranquila, venimos a ayudar-.
Marlene bajo su arma, observó al soldado y suspiro, sintió un
brillo de esperanzas aunque sabía por alguna razón que era un
curita en un cáncer;
.-¿Usted
venía en la camioneta que se encuentra junto a la plataforma?-.
Marlene asintió
lentamente y contestó;
.-Si, veníamos
yo, mi madre y mis hermanas-.
El soldado
tenía rasgos morenos claros, sus ojos cafés la reflejaban, Marlene
se decía a sí misma que éste no era nada feo, pero algo le decía
a ella que algo andaba relativamente mal, aunque ella no podría
explicarlo, prefirió ignorar esto;
.-Bien, vamos a buscar a su familia-.
Sugirió el militar, ambos empezaron a
caminar hacia la puerta, ella lo seguía mientras esté avanzaba,
Marlene pensó que seguramente el militar ya sabía lo que sucedía,
en aquel maldito pueblo, quizás era un buen soldado, un buen hombre
quizás...
Thump
Marlene sintió el fuerte dolor de la
contracción de su vientre, al expulsar todo el aire de golpe, sus
pulmones se vaciaron a una velocidad rápida evitando que pudiese
recuperarse, tan rápido como el soldado le había golpeado en el
estómago, Marlene cayó al suelo de espaldas, Gomes le quitó el
arma y la aventó a varios metros de una cama permanecía en el fondo
de la habitación, el soldado sonrió plácidamente mientras dejaba
caer su rifle de asalto, sacó de entre sus ropas un cuchillo del
cual jugaba mientras sonreía complacido, y dijo con una sonrisa
malévola;
.-Lástima que yo no soy de los tipos que
les gusta ser el héroe, pero tú eres de las chicas que les gustan
los tipos cursis, lo digo por tu ropa “fresa”, lo haré lo más
romántico posible, te lo aseguro...-.
El soldado lentamente inserto el cuchillo
entre la blusa y el top que cargaba Marlene, lentamente el soldado
levantó su cuchillo, hasta que el botón soltó la blusa y dejó ver
su escultural escote que poseía la adolescente, lentamente el
soldado blandió el cuchillo con una expresión monstruosa y
terrible, el soldado acercó su rostro para leerla, un asco le
recorrió el cuerpo de Marlene;
.-Cerdo mal nacido-.
Susurró jadeante Marlene, una vez más el
miedo se apoderó de ella.
No se por qué tengo tanta hambre...
Gómez sintió
que algo agarraba su pierna seguido de otro, dos cadáveres que
parecían haber muerto le sujetaban las piernas, el tercero se
levantó del suelo y se lanzó contra el soldado, el cual luchaba por
sustraerse el cadáver que se le habría pensado encima lo desarmó
después de golpear su pecho una y otra vez en una furia
indescriptible, este cuchillo terminó en el cuello del soldado,
lentamente el ser empezó a terminar de cortar cuello del soldado,
hasta que hubo separado la cabeza del soldado, de la cual empezó a
beber la sangre que derramaba esta, los otros dos empezaron a ser lo
mismo con el cadáver del soldado, Marlene permaneció asombrada y
aterrada en el suelo, rápidamente reaccionó, corrió hacia las
camas y corrió sobre estas pasando junto a los seres que devoraban
aquel cadáver que fue alguna vez un soldado, sin embargo uno de
estos al percatarse de ella, empujó una de las camas la cual empujó
a otra, sobre la cual pasaba Marlene, provocando que esta cabellera
al suelo, Marlene cayó de bruces al suelo, apenas alcanzando a meter
las manos, rápidamente se giró sólo para ver a los seres caminar
hacia ella, sus camisas desgarradas así como rostros curtidos por
heridas y llagas, poco o nada es importado, uno de los seres el cual
llevaba el cuchillo lo blandía en el aire el cual brillaba con un
fulgor de muerte, Marlene trato de levantarse lo más rápido
posible, corrió instintivamente hacia la puerta de la bodega, pero
uno de los seres se le adelantó y le cerró el paso, Marlene
retrocedió hasta la esquina del cuarto, el ser que sostenía el
cuchillo la miró fijamente, dijo sonriendo;
.-Rostro
bonito, quiero destruir tu rostro bonito... -.
Marlene cerró
los ojos instintivamente, preparándose para recibir el dolor de una
muerte horrible...
.-No, yo no lo
creo...-.
Un disparo se
escuchó en la habitación, seguido de un suave sonido metálico del
cual había sonado como una moneda cayendo al suelo, Marlene abrió
los ojos y vio al ser que sostenía el cuchillo caer muerto, junto a
la puerta permanecía un hombre joven de quizá 23 o 25 años, su
pelo corto parado en punta lo hace ver como un renegado pensó
Marlene, llevaba una playera negra y pantalón negro, botas militares
y un chaleco antibalas, el hombre levantó el cañón de una pistola
escuadra 45 mm, el joven disparó nuevamente, la bala destrozó el
rostro de otro de los seres, el último se arrojó contra del
tratando de morderle, pero el joven haciendo uso de una fuerza
excepcional lo lanzó contra la pared al ser, acto seguido disparó
contra este destrozándole parte del pecho, Marlene quedó atónita
al ver al joven, este camino para ver el cadáver del soldado,
recogió algo en el cadáver y lo guardó entre sus ropas, el joven
tomó las armas del soldado, el rifle de asalto y una pistola
escuadra 9 mm la cual colocó en su cintura, también recogió en
radio que cargaba el soldado, una vez hecho esto el joven se dirigió
a la esquina contraria a la que permanecía Marlene, este tomo el
arma de Marlene, la observo, Marlene tuvo la sensación que el joven
poseía entrenamiento militar avanzado, el joven avanzó hacia ella,
Marlene que aún permanecía en el piso, observo al joven del cual le
tendió la mano, Marlene por un segundo lo dudo, pero al mirar el
rostro del joven dejó sus dudas un lado, el joven le ofreció su
arma, Marlene la tomó mientras él joven le decía;
.-Bonita arma,
¿Acaso eres francotiradora? -.
Marlene se
sorprendió al notar que sus palabras salían con dificultad;
.-No yo...
practico tiro al blanco, ¿y tú eres?-.
El joven sonrió
al darse cuenta de sus malos modales y contestó;
.-Eric
Saavedra, agente de la Interpol, perdón no esperaba que alguien más
estuviese en este pueblo, de haberlo sabido te habría ahorrado lo
del soldado-.
Quizá fue idea
mediática de Marlene pero creyó notar que el joven desviaba la
mirada al decir “Interpol”;
.-¿Tú estabas
adentro de la bodega?, pero si yo no vi a nadie-.
El joven sonrió
y dijo;
.-Ya esperaba
que los militares arribaran, así que decidí esconderme, por lo
visto señorita usted no sabe observar bien los lugares a los que
entra, de cualquier forma al escuchar el ajetreo decidí investigar-.
Marlene se
quedó sorprendida, alguien con tal capacidad para ocultarse tenía
que ser militar o un experto del encubrimiento, el joven la miro a
los ojos por un instante y la cuestionó;
.-¿Éste no es
el lugar para qué excursione el club de porristas del colegio Amado
Nervo?-.
Marlene se dio
cuenta que su blusa mostraba una provocativa vista, Marlene se tapó
con la blusa mientras el joven veía los cadáveres, como si buscase
algo, Marlene se dirigió a él y le dijo;
.-No, no somos
del club de porristas, somos del club de ajedrez-.
Erick observó
a Marlene, el joven no pudo evitar sonreír ante el sarcasmo;
.-No, mi
familia y yo nos dirigíamos a tierra caliente, pero por accidente
terminamos en este lugar-.
El joven
continuó observando con la mirada a los cuerpos y dijo;
.-¿Y tu
familia donde está?-.
Marlene suspiró
y dijo;
.-Pérdidas en
este pueblo, les estoy buscando-.
El joven
continuaba observando a los cadáveres dijo;
.-Es curioso,
yo también buscó alguien-.
Marlene observó
al joven a los ojos, el joven continuó;
.-Busco a la
doctora Patricia Ruiz, desapareció hace seis meses, creemos que fue
secuestrada por alguien y la mantenían en este lugar-.
Marlene notó
nuevamente el joven desviaba la mirada al decir “secuestro”, el
joven prosiguió;
.-¿Qué te
parece si te ayudo y me ayudas?, tu..., ¿cómo te llamas?-.
Marlene sonrió
al darse cuenta que ni siquiera se había presentado;
.-Marlene
Robles-.
El joven sonrió
y le tendió la mano, el joven agregó;
.-Bien entonces
creo que necesitarás esto más que yo, espero manejen rifles de
asalto en tú grupo de ajedrez-.
Marlene sonrió
mientras tomaba el rifle de asalto que el joven le ofrecía;
.-De hecho
manejamos hasta lanza granadas-.
Eric sonrió,
ambos permanecieron en silencio mirándose uno al otro, ese momento
se extendió por unos segundos que ha Marlene le parecieron una
eternidad;
.-¿Qué
pasa?-.
Marlene
contestó;
.-Nada-.
Marlene, se dio
media vuelta para evitar que el joven se diera cuenta que acababa de
ruborizarse;
.-Toma también
esté radio, así estaremos en contacto, yo estaré en el canal
cinco-.
Marlene lo
tomo, se colocó el radio en la cintura y el rifle en la espalda,
Eric observó la munición que aún permanecía en el cargador de su
arma 45 mm, se dirigió a la puerta, se dio media vuelta se despidió
de Marlene levantando su mano con sus dedos haciendo una V de
Victoria, el joven salió de la enfermería, mientras que Marlene
sentía un golpe de buena suerte al fin.
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