miércoles, 30 de diciembre de 2015

Espacios Vacíos

Espacios Vacíos

Adriana Barret Sognare jugaba con sus hermanos, Jose y Andrea, su madre Antonia preparaba café, dia de navidad, su pareja aparecio en el comedor, Pedro Fonce, las miradas de los niños cayeron sobre el;
-buenos dias-
dijo el hombre de piel morena casi negra;
-buenos dias, ¿que tal dormiste?-
pregunto Antonia;
-como un leon-
ambos rieron,se besaron;
-ronca como tal-
dijo Jose de once, sus hermanas rieron;
-¡Jose!-
dijo dijo molesta su madre;
-¿que tal sus regalos?-
los niños le observaron, era obvio que aun no lo aceptaban;
-muy bonitos, en especial los de mi padre-
dijo Adriana, Pedro suspiro hondo;
-ayer soñe con papa-
dijo Andrea de ocho;
-asi-
dijo Antonia;
-venia a despedirse-
hubo un largo silencio en el comedor;
-tu padre es piloto de la Federacion estelar, es normal que te preocupes-
dijo su madre observando la cara de angustia de sus hijos, alguien toco a la puerta, el holograma de seguridad mostro a dos hombres en la puerta acompañados de una mujer;
-es la abuela-
dijo Jose, Antonia abrio la puerta por medio de la apertura por voz, la puerta se abrio, entraron un militar, un sacerdote y la Señora Barret se le veia triste y angustiada;
-¿paso algo?-
el militar saludo con la mano;
-niños, sientense-
pidio su abuela;
-¿que pasa Rosana?-
Pedro llevo a Antonia al sillon junto a los niños;
-tenemos malas noticias, pero no son determinantes, el Sargento Primero David Barret fue declarado oficialmente perdido en accion-
los niños quedaron aterrados;
-eso que significa-
pregunto Andrea de dies años;
-tu padre realisaba acciones de reconocimiento en un sector marcado como de bajo nivel de riesgo junto a tres naves de reconocimiento, perdimos contacto con ellos, mandamos en su busqueda, pero solo encontramos las naves de los compañeros de tu padre murieron por asfixia cosmica, pero no allamos rastro de su padre-
el sacerdote agarro las manos de los niños;
-resemos por que pronto aparesca su padre, no es que este muerto-
los niños entre sollosos asi hicieron,
Pedro y Antonia se llevaron al militar y a la abuela de los pequeños para hablar en otro lado;
-¿por que tenias que venir a decirnos esto?-
espeto molesta Antonia a su ex suegra;
-los niños tienen derecho a saberlo-
contesto Rosana;
-¿podria estar con vida?-
cuestiono Pedro;
-no lo sabemos-
las miradas de Jose y Adriana les caian encima como lapidas, pero regresaron a la oracion.

Una semana después

Andrea se puso sus zapatos, afuera llovía intensamente, los datos tecnicos de la ciber pantalla indicaban lluvia de puresa al 75%, la niña tomo su impermeable rosa, sus botas para la lluvia, se dirigio a la puerta y le ordeno abrirse, la puerta le nego la salida, pero con su Unidad unica inteligente hackeo la seguridad de la puerta y salio, Adriana y Jose salieron de sus cuartos al escuchar la puerta;
-¿donde esta Andrea?-
la ciber pantalla mostro a la niña saliendo del edificio;
-¡mierda!-
ambos hermanos se pusieron las botas, sus impermeables y sus mascarillas por la contaminacion del aire, llevaron uno extra para Andrea;
-esa pinche escuincla-
dijo Jose;
-la castigare cuando la vea-
dijo Adriana, ambos salieron corriendo del edificio de apartamentos y la vieron undirse en las escaleras del subterraneo;
-vamos-
los dos corrieron, vieron a Andrea comprar boletos del metro y dirigirse al anden del Parque Central de la ciudad, los dos niños se saltaron las vallas con torniquete, un policia civil les observo;
-¡hoigan!-
fue tras ellos;
-¡que hacen!-
rapidamente les alcanso;
-¿a donde van?-
los hermanos respiraron;
-nuestra hermana se subio a ese vagon, va sola-
explico Adriana;
-mierda, ya se va-
dijo el oficial;
-dare el codigo azul de espera en el tren-
los tres subieron al vagon pero no la vieron, el tren arranco;
-justo a tiempo-
los tres buscaron por los vagones, en el ultimo vagon, donde un ciego tocaba la guitarra pidiendo dinero, llacia Andrea sentada junto a la ventana;
-¡aqui estas enana!-
dijo Jose;
-volvamos a casa-
ordeno su hermana;
-no, no me ire sin visitar la piedra de los ancestros-
contesto la niña;
-tu madre va a saber esto-
dijo Adriana;
-me vale-
contesto la niña;
-la piedra de los Ancestros, ¿vas a pedir por alguien?-
cuestiono el ciego que estaba al pendiente de todo;
-por mi padre-
contesto la niña;
-es un lugar sagrado, deberian dejarla ir-
el policia civil les observo;
-es por papa-
dijo la pequeña, ambos hermanos mayores se vieron;
-dejenla ir-
dijo una anciana;
-que vaya-
se unio un hombre que se habia quitado los ciber audifonos;
-esta bien, cinco minutos-
dijo Adriana molesta.
Al bajar del tren subieron las escaleras, una patrulla en mini coche les esperaba;
-dejen hablo con ella-
dijo el oficial civil, la oficial hablo con su compañero, la cual tardo en convencer, pero al final les llevaron en el mini coche;
-¿su padre era militar?-
cuestiono la oficial Ortega;
-si, David Barret, Sargento Primero, piloto de la aviacion intergalactica-
dijo Jose orgulloso;
-¿David Barret?-
cuestionaron ambos oficiales;
-su padre es heroe de guerra, deben sentirse orgullosos;
dijo el oficial;
-350 bajas en la batalla de Antares-
Jose y Adriana se miraron uno a otro;
-mi padre es explorador, no combatiente-
dijo la pequeña. Los oficiales se dieron cuenta, no lo sabian, llegaron a la Zona de los Ancestros, no habia nadie por los alrededores, Andrea fue al centro de un pequeño bosque donde habia piedras de tablaroca con simbolos aztecas, huastecas, toltecas, nahual y muchos otros representando las antiguas civilisaciones de América;
la niña se coloco frente a la piedra Narzul, una piedra misteriosa encontrada en ese lugar, tenia simbolos y caracteres extraños;
-dioses antiguos ecuchenme-
dijo la pequeña, una extraña brisa cruso el bosque, un niño que nadie habia visto alli permanecia;
-ellos siempre escuchan-
todos se sorprendieron, los oficiales les esperaban en la patrulla;
-pero los hombres olvidaron como escucharlos-
dijo el niño de pelo rojo y curiosa ropa;
-ofresco una ofrenda por que regresen a mi padre con vida-
dijo la niña, colocando un osito de felpa frente a la piedra;
-la piedra frente a ellos empezo a brillar en su centro donde llacia un triangulo;
el niño camino a la piedra, tomo el osito y se lo devolvio;
-los dioses te han escuchado, tendras su respuesta pronto-
el triangulo emitio un rayo de luz azul por los cielos, los oficiales al ver aquello se quedaron impactados;
-¿que fue eso?-

cuestiono Jose, pero ya no habia nadie en aquel lugar, los oficiales se los llevaron a casa en el mini coche, Andrea se durmio en los brazos de su hermana mayor, con su osito, mientras la ciudad hablaba de aquel misterioso haz de luz que se dirigio a los cielos.

domingo, 20 de diciembre de 2015

La masacre de San Miguel

La pequeña poblacion Guatemalteca de San Jacinto fue testigo de una horrible imagen que sobrecogera los corazones de la pequeña nacion, la gente prefiere no hablar de aquella terrible situacion que sucedió aquella noche de diciembre.
Un destacamento de soldados americanos, quienes aseguraban perseguir a un poderoso ca`po d ella droga mexicano, mataron, violaron, asesinaron, torturaron a la poblacion de aquella comunidad, cuentan que los militares llegaron tumbando puertas para llevarse a los padres de familia para ser torturados, las madres e hijas eran violadas en sus propias camas, a un las niñas que no menstruaban, los niños y jovenes fueron torturados y golpeados, con saña les cortaron los dedos, con machetes y hachas les mocharon las manos, algunos cadaveres fueron apilados en grupos de mini montañas del horror humano, los militares incendiaron estos cadaveres mientras se reian de la poblacion que lloraba de dolor y rabia, los militares se marcharon llenos de risas cinicas y cruentas burlas.
La poblacion San Javier fue en apoyo de sus vecinos, que como pudieron apoyaron a la poblacion, las autoridades no se presentarian hasta horas mas tarde, solo para decir que habia sido todo aquello producto de guerrilleros y fuerzas paramilitares de los capos de las drogas mexicanos, cosa que se antojaba imposible, pues esos capos se la llevaban en las montañas y espesuras, el dolor era sobrecogedor y nadie hablaba, solo actuaban como robots, de manera automatica y sin sentir, ya no podian sentir.
Aquella noche que siguio a la masacre, los perros aullaron horriblemente, llorando a sus muertos, tal ves pidiendo por ellos, pero quienes estaban despiertos aseguraron oir otros aullidos responderles, provenientes de la lejania, aquellos aullidos se acercaban, los pobladores valientes se asomaban por las ventanas de sus casas hechizas de lamina y asbesto, lo que vieron les sorprendio, un enorme grupo de lobos habian llegado, aullando y llorando, los lobos se marcharon sin dejar de aullar.
La mañana siguiente desperto la poblacion con la sorpresa de que en la zona de los cadaveres llacia un caballo negro, era tan grande y fino, pero en sus ojos corrian lagrimas de sangre, el caballo lloraba derramando sangre, los pobladores aunque les parecio extraño, prefirieron ignorarle, el caballo a medio dia se habia marchado, aunque nadie lo habia visto marcharse, pero pensaban en cosas mas tristes y terribles que esa.
La noche siguiente el caballo se presento de nuevo, golpeo la puerta de don Ignacio, un anciano que le habian matado a su hija, violado a su nieta y cortado tres dedos de la mano izquierda a su nieto, el caballo ya no lloraba sangre, pero la sangre estaba aun tierna en sus ojos, el caballo camino unos pasos y se dio la vuelta como esperandolo, don Ignacio tomo la chamarra vieja y sudada, sus nietos dormian, salio y fue tras el caballo, caminaron por la vereda del pueblo, mientras caminaban se toparon con un grupo de jovenes de San Javier, estaban tomados, pero la algarabia y la borrachera se les habia bajado al ver el caballo, don Ignacio les observo y les saludo, todos le conocian, pero estaban atonitos, como si hubiesen visto algo mas, don Ignacio siguio al caballo hasta adentrarse dentro de la malesa de la montaña, los arboles crujian, sus ramas se mecian y chillaban, pero don Ignacio caminaba sin perder de vista al caballo, este a veces se paraba a esperarle;
-¿eres el diablo?-
le pregunto don Ignacio, pero el caballo no respondio, penso don Ignacio, ¿como se le ocurria preguntarle eso a un caballo?;
-¿que es el diablo?-
le cuestiono una voz que hablaba en su mente, fuerte y poderosa, don Ignacio estaba sorprendido, pero no aterrado;
-¿quien eres?-
el caballo se detuvo como si lo observase;
-mi nombre se a perdido con el paso de los tiempos, muchos amaneceres pasaron para que todo aquel que conociese mi nombre viviese, tus antepasados me llamaban, el espiritu del viento-
el caballo volvio a marchar, don Ignacio le siguio, penso en mil preguntas, pero al final solo se limito a seguirle, el caballo se detuvo frente a una gruta, dos hombres armados alli esperaban, al ver a Ignacio prepararon sus armas, pero el caballo se encabrito y los hombres se detuvieron, un grupo de hombres salieron de la cueva, entre ellos, Gamaliel Rodriguez, lider de un grupo de narcotrafico mexicano, los hombres se marcharon a pie sin decir nada, sin siquiera voltear;
-me han visto-
dijo para don Ignacio;
-no te haran nada, esta es tierra sagrada-
dijo la voz, el caballo señalo la gruta pero no se movio, don Ignacio entro decidido, sea lo que fuese le estaban esperando, la gruta era nada anormal, tenia pasadisos, huecos, estalactitas y estalacnitas, don Ignacio camino adentrandose por aquella gruta donde brillaba una extraña luz eterea, la siguio don Ignacio por el cabo de una media hora, pensando que estaba perdido, pero al final encontro una galeria enorme, lleno de simbolos, runas, dibujos, estatuas de culturas pasadas, algunas las conocio, otras no, de una puerta de piedra, cuyo marco era de oro y plata, salio un niño y un hombre, el niño vestia de cuero con capa, muy elegante en una ropa fuera de lugar, que quiza no era ni siquiera de alguna era en particular conocida, el hombre vestia como politico, penso don Ignacio, de traje, corbata y sombrero, pero parecia salido de las peliculas de los años veinte o cuarenta;
-don Ignacio, sientese-
dijo el niño señalando una roca acomodada para parecer una silla muy curiosa;
-¿a que me han traido aquí?-
una joven salio de aquel marco, era de piel morena clara, pelo negro y silueta fragil y dulce, era su hija, con veinte años menos;
-Maria-
solloso el anciano que fue y abrazo a su hija;
-padre-
dijo ella;
-¿como es esto posible?-
el niño contesto;
-¿y por que no?, las aves cantan, los perros aullan y los caballos galopan, todo gira según las bases del universo, aquel que conoce las bases del universo, conoce a la luz y la luz es con el, quien haga brillar la luz de su interior podra pararse en medio de la tormenta y detener la lluvia, por que la luz se ha vuelto uno con el-
Maria acaricio a su padre;
-cuida de mis hijos, padre ya no lloren por mi, donde estoy, estoy mejor-
don Ignacio se aferraba a su hija;
-debo irme-
dijo Maria, una mujer de vestido negro y piel blanca como mafil le esperaba bajo ese marco, Maria fue con ella y se despidio marchandose, don Ignacio quiso seguirla, pero le detuvo el hombre de traje;
-si entras alli, jamas saldras-
don Ignacio se sento y se resigno, el niño dijo;
-las espadas giran y danzan, siempre danzan, tres son las espadas, Justicia, Venganza, Orgullo y Vanidad. ¿que espada eliges?-
don Ignacio no lo penso;
-Justicia-
el hombre tomo una espada de un templete, la sujeto y la ofrecio por el pomo a don Ignacio, este la tomo y la desenfundo, la espada al ser sacada empezo a arder en llamas;
-para que se haga justicia, debes pagar el precio de la sangre-
el niño coloco un cuenco, don Ignacio puso su mano en el filo pese a las llamas y corto su mano, la sangre broto y sobre el cuenco dejo caer la sangre, una ves casi lleno, el hombre le hizo retirar la mano a don Ignacio, se la hizo colocar de nuevo en el filo de la espada y su herida se cerro, el hombre tomo la espada y la coloco en su funda;
el niño tomo el cuenco y lo arrojo a un muro de la galeria, donde un simbolo o dibujo se hizo presente, el dibujo de un quetzal rojo, rojo como las llamas, las llamas de llamas de la espada, dentro de aquella imagen, don Ignacio vio la silueta de un hombre y este le miro a el.
Don Ignacio desperto de aquel trance, el comisario ejidal de San Javier le habia hablado, don Ignacio habia estado alli por un largo rato, don Manuel le llevo de regreso a casa a San Jacinto, don Ignacio sin saber que pasaba se llevo la mano a la cara, donde tenia una herida con una venda, de que parcia haber sido una quemadura o cortada.
Esa noche dicen, una gran luz aparecio en la base de San Miguel, según cuentan se coloco sobre la base, algunos dicen que era un OVNI, otros dicen que no, que era otra cosa, pero no podrian saber decir que era a ciencia cierta, los militares guatemaltecos salieron a ver que pasaba, de entre ellos, salieron los militares americanos alli destacados, esa luz en forma de esfera exploto y se volvio en forma de un ave de fuego gigante que se expandio por los cielos, en la tierra cayo un hombre, con una armadura roja carmesi, llevaba una espada y un escudo, los militares sin saber que hacer rodearon al hombre con sus armas, la espada empezo a arder en llamas.
Don Ignacio a los dias veia a sus nietos ir a la escuela comunitaria en transporte del ejidatario de San Javier al cual saludo, mientras pensaba en lo acontecido observo el cielo y observo a un pequeño chubasco acercarse, regreso a casa, alli llacia Antonia, una mujer que habia perdido a todos en su familia habia desidido ayudar a don Ignacio con sus nietos, la mujer ya vivia con ellos, debido a que no podia estar sola en su casa, de pronto alguien toco a su puerta con exasperasion;
-¡don Ignacio, abrame, tiene que ver esto!-
Don Ignacio abrio la puerta;
-mire-
le dijo Filemon mostrando un periodico, vecino que habia perdido a una nieta en la masacre;
-¿que es?-
don Ignacio leyo impresionado;
“El dia de Ayer, tras un extraño suseso en la base militar de San Miguel, en que aparecio una gran luz en los cielos, los caveres de al menos cuarenta militares fueron allados en la base militar, al parecer todos los militares fueron asesinados, según rumores los cuerpos se les fue retirado la piel, sus cabezas colocadas en la entrada de la base en un monstruoso monticulo, los cadaveres fueron apilados en grupos, la base ardio hasta sus cimientos, quedando uniformes ensangrentrados y armas de distintos calibres por todo el lugar, aunque el gobierno se ha negado a responder, vecinos aseguran que el batallon 114 de marines de los USA se encontraban entre los muertos, nadie a dado declaraciones sobre este suseso monstruoso...”
Filemon abrazo a Antonia, mientras Don Ignacio salio de su casa, observo los cielos y respiro aliviado, fue entonces que se dio cuenta, ya no dolia, podia pensar en su hija sin llorar;
-quien sea, gracias-

dijo, la lluvia se detuvo, don Ignacio observo a la cercania a un niño junto a un caballo negro, la lluvia arrecio y asi como aparecieron aquellos dos, se marcharon...